Bio

Killing Joke se creo en 1979, cuando “Big Paul” Ferguson (batería original) conoció a Jaz Coleman en Notting Hill, en el área de Londres. A ellos se unieron Geordie Walker y Martin ‘Youth’ Glover como bajista. De acuerdo con Coleman, su propósito era “definir la exquisita belleza de la era atómica en términos de estilo, sonido y forma”. Crearon su propio sello, Malicious Damage (que consiguió acuerdo de distribución con Island y después pasó a EG Records). En esos primeros tiempos, suenan como muchas bandas que, desde el punk, incorporaban elementos dispares. En el caso de Killing Joke, se trata de funk o dub reggae (‘Turn to Red’). El EP ‘Nervous System/Turn To Red’ llegó hasta el estudio de John Peel, quien se enamoró del grupo y los llevó a tocar a la radio en más de una ocasión. Rápidamente, se acercaron a un sonido más agresivo y denso, propio del metal: ‘Killing Joke’ (EG, 1980) y ‘What’s THIS for…!’ (EG, 1981). En sus conciertos se ponían de acuerdo, de forma inédita, fans tanto del punk como del heavy.

La polémica les acompañaba. Al mismo tiempo que se prohibía un concierto de la banda en Glasgow, periodistas del NME decidían que había resonancias fascistoides en su imagen. La suspicacia y el desagrado les ha perseguido, aunque por parte del grupo se trataba de una provocación consciente, basada en su estética provocadora que, si tiene alguna filiación, es de ideología izquierdista. Con ella no hacían más que criticar, a modo de ironía, el mundo neoconservador que se veían venir.

‘Revelations’ (EG, 1982), tercer disco, fue producido por la leyenda del rock alemán Connie Plank, y se benefició asimismo de la radiodifusión de John Peel. Coleman comenzó a acercarse al ocultismo y, en la firme creencia de que el Apocalipsis estaba cerca, se llevó a parte de la banda a Islandia, donde aprovecharon para colaborar con los músicos del grupo Theyr. Pero, visto que el fin del mundo se hacía esperar, volvieron a establecerse en el Reino Unido; en el cambio perdieron al bajista, que fue sustituido por Paul Raven (quizá el más recordado de sus hombres de cuatro cuerdas). De nuevo con Plank, grabaron un single (‘Birds of a Feather’) y un EP (‘Ha!’) con una actuación realizada en Toronto.

‘Fire Dances’ (EG, 1983), como presagiaba el single, contiene un giro hacia un formato algo más melódico (aunque con la misma carga irónica). Los singles ‘Me or You’ y ‘A New Day’ continuaron esta tendencia. Coleman no siente la necesidad de desgañitarse, en esta etapa se le puede oír cantar, llevando la música del grupo hacia una formulación propia de la New Wave. ‘Night Time’ (EG, 1985) prosiguió en la misma línea. Ahí se encontraba ‘Love Like Blood’, el single que les llevó a lo alto de las listas, y sin duda su canción más recordada. Las enormes ‘Eighties’ y ‘Kings and Queens’ pertenecen también a este álbum.

‘Brighter Than a Thousand Suns’ (EG, 1986) soltaba agresividad y adquiría cariño por la melodía. Coleman tomaba el protagonismo absoluto del álbum, ocupando la portada con su rostro. Aunque hay desacuerdo entre fans y críticos, el disco es considerado generalmente un importante logro de intensidad y densidad lírica. El siguiente trabajo, por contra, es el resultado de una cadena de malentendidos: Coleman deseaba grabar un álbum en solitario para verter obsesiones y experimentos, ayudado por Geordie. Como estaban gastando más de lo previsto, la compañía presionó para que el disco apareciera bajo el nombre de la banda. Esto, sin gustarle a Coleman, a quien menos les gustó fue a los otros músicos (Raven y Ferguson) y terminaron saliendo del grupo. El resultado es ‘Outside the Gate’ (1988), el álbum más polémico de cuantos han editado, con fans que lo aborrecen y otros que lo consideran una genialidad.

El resto de aquel año lo pasaron intentando quedar libres de su agencia de management y compañía discográfica. Coleman llegó al punto de la depresión nerviosa. La desviación de Killing Joke de un aparente camino de “comercialidad” quedó del todo demostrada con la publicación de ‘The Courtauld Talks’ (1989), un recital de “spoken word” de Coleman ayudado por la música minimalista de Geordie y Jeff Scantlebury.

Pasados los experimentos, era hora de volver a los escenarios. Reclutaron a Martin Atkins en la batería (quien había tocado con Public Image Ltd.), aunque incorporar a un bajista fijo fue más complicado. Andy Rourke (ex The Smiths) duró sólo tres días. Con Dave “Taif” Ball tocaron sus primeros conciertos en dos años: se dejaban fuera de los sets sus dos últimos álbumes, se concentraban en sus primeros trabajos y en el poderoso material nuevo que estaban escribiendo. Estuvieron girando hasta agosto de 1989, para luego irse a grabar a Alemania. Pero aquellas sesiones de grabación fueron desechadas, Taif dejó sus labores y reingresó Paul Raven. Otra vez en el estudio, en Londres, dieron forma al octavo álbum: ‘Extremities, Dirt & Various Repressed Emotions’ (1990). No sólo por su título, es uno de los álbumes más decididamente agrestes y belicosos de la banda. Sin embargo, la buena marcha del grupo era sólo aparente. Coleman simplemente emigró: se estableció en Nueva Zelanda.

Parecía el final de Killing Joke. Durante ese impasse, vio la luz la primera antología, ‘Laugh? I Nearly Bought One!’ (Caroline, 1992). Mientras, Geordie volvió a tener tratos con Young y lo convenció para trabajar juntos. El mismo se encargó de remezclar dos viejas canciones, ‘Change’ y ‘Wardance’. La nueva banda puso en circulación los álbumes ‘Pandemonium’ (1994) y ‘Democracy’ (1996), ambos muy bien considerados, portadores de un sonido desnudo y crudo.

La actitud beligerante de Coleman y compañía les indujo a demandar a Nirvana por un riff usado en ‘Come as You Are’; de acuerdo con ellos, copiado del utilizado en ‘Eighties’; sin embargo, se olvidaron del asunto cuando Cobain se suicidió. Dave Grohl pudo tener algo que ver, ya que es un fan declarado de la banda que, curiosamente, terminó colaborando con ellos algo más tarde. Tras la publicación de ‘Democracy’ vino un parón, durante el cual Coleman trabajó su lado “clásico”: se convirtió en compositor para orquestas de Nueva Zelanda y, más recientemente, la antigua Checoslovaquia. En el 2006 fue nombrado “compositor residente” para las orquestas de la Unión Europea.

Por un lado, el romanticismo de la música orquestal; por otro, la rabia desatada en los shows de Killing Joke. Son los dos hemisferios de un cerebro artístico que, en estos últimos años, parecen haberse llevado bien. Coleman mantiene aún, junto a su inseparable Geordie, la batuta artística del grupo, a caballo entre Praga y Londres. En el 2003, pusieron en circulación su segundo disco homónimo (‘Killing Joke’, Zuma, 2003), con el productor Andrew Gill. Hicieron su correspondiente gira, la más completa de su historia, por EEUU, Europa y Australia. Con el batería Ben Calvert, tocaron dos días seguidos en el Shepherds Bush Empire de Londres, para conmemorar el 25 aniversario de la banda. Dicho concierto se publicó en ‘XXV Gathering: The Band That Preys Together Stays Together’. Al mismo tiempo, su antigua discográfica comenzó a reeditar los míticos álbumes de los ochenta. Pero ellos no cejan: ‘Hosannas from the Bats of Hell’ (Cooking Vinyl, 2006), su encarnación metal-hardcore, vio la luz en abril de 2006.

1980 - Killing Joke
1981 - What's THIS For…!
1982 - Revelations
1983 - Fire Dances
1985 - Night Time
1986 - Brighter than a Thousand Suns
1988 - Outside the Gate
1989 - The Courtauld Talks
1990 - Extremities, Dirt & Various Repressed Emotions
1994 - Pandemonium
1996 - Democracy
2006 - Hosannas from the Bats of Hell

http://www.myspace.com/killingjokeofficial

www.killingjoke.com

Discografía

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