Los del Bohio

Juan Carlos Denis, líder de Los Del Bohio, es el creador de este estilo. La novedad que introduce este músico santafesino es que su instrumento de cabecera es una guitarra, la cual debe ser habilmente ejecutada. Otra carácteristica fundamental es que sus composiciones son mucho más complejas que las de la cumbia tradicional. Es decir, que la combinaciones de acordes no están sujetas a la necesidad de que el público baile. Es por eso que hay canciones del género que dan la impresión de ser melancólicas, cuando en realidad escapan a la estructura monótona de las cumbia comunes, y complejizan un género siempre clasificado como elemental.
También se la llama genéricamente cumbia santafesina a toda la cumbia con acordeón que se produce en Santa Fe, Argentina, pero imitando la matriz musical de la cumbia colombiana.
Deja muchas dudas la cumbia con acordeón, porque los especialistas concluyen que no es creación de los santafesinos, sino como una rama de alguna raíz que los colombianos crearon y que ellos la perfeccionaron.
La cumbia santafesina si es una creación, porque destruye algo que estaba algo creado y vuelve a hacerlo de manera distinta. Genera un nuevo sonido que hasta ese entonces, todavía no existía.

Juan Carlos Denis (17 de enero de 1950) es un eximio guitarrista, compositor y creador de cumbia santafesina, oriundo de la ciudad de Santa Fe (capital), Argentina. Con él, la Cumbia Santafesina adquirió una verdadera identidad ya que se aparta abruptamente del estilo popularizado por el colombiano Cuarteto Imperial.

El afirma que su verdadero semillero fueron Los Cumbiambas y con quien conoció la adrenalina del escenario por primera vez fue con Emil villar.

Recién en 1976, a la edad de 26 años, armó con un grupo de músicos (Victor Salvador "Ratón" Duarte -voz y güiro-, Alberto Chalita -bajo y coros- y Sergio "Micky" Sosa -timbales y percución-) el grupo "Los del Bohío", que creo el nuevo estilo.

La aceptación del primer disco "A mi gente" fue unánime en el público santafesino. El hecho de ejecutar una guitarra tan hábilmente y hacer bailar sin la necesidad de un acordeón es considerado, hasta el día de hoy, una genialidad por todos los expertos en la cuestión