Noticias de Ottmar Liebert
Con el triunfo de los Gipsy Kings en EEUU a finales de los 80, nació el fenómeno de la gipsy guitar, más tarde renombrado por la terrible mercadotecnia como 'nuevo flamenco'.
Uno de sus máximos representantes (no en vano ese es el título de su primer trabajo) es un alemán ubicado en Santa Fe, de edad indeterminable y sonrisa encriptada. Su nombre, Ottmar Liebert.
Su cruz, ser odiado o al menos ninguneado por los puristas del flamenco (como por su admirado Paco de Lucía) por el apelativo que acompaña a su música. Pero Ottmar, como músico que es, merece un respeto más allá de esa denominación, la música es un mundo en constante evolución y el flamenco también ha conocido y conocerá fusiones, evoluciones e incluso involuciones.
Considerado de una forma o de otra, este 'nuevo flamenco' existe, goza de una cierta fama en norteamérica (Liebert copaba sin problemas los primeros puestos de las listas de ventas en Estados Unidos, y su estela la han seguido muchos otros como Jesse Cook, Lara & Reyes o Miguel de la Bastide) y ha de ser tenido en cuenta, incluso puede ser admirado en su rítmica y atractiva mezcolanza de flamenco, pop, jazz y músicas del mundo.
Precisamente un ciudadano del mundo es Ottmar Liebert, un alemán de padre de ascendencia china y madre húngara que se trasladó a Estados Unidos buscando el éxito y que actualmente reside en esa ciudad cóctel de culturas que es Santa Fe. Esa mezcla se nota en su físico y en sus inquietudes ya desde adolescente, cuando viajó por Europa y Asia absorbiendo conceptos y tradiciones. Esa facilidad de asimilación le hizo grabar "Nouveau flamenco" cuando solamente llevaba un año estudiando este difícil estilo. La compañía que con mucho ojo lo publicó en 1990 fue la californiana Higher Octave Music, que ha llegado a contar en su plantilla con otros guitarristas conocidos como Craig Chaquico o Neal Schon. Desde luego que Liebert no tiene nada que ver con la calidad de Paco de Lucía o Vicente Amigo, pero esa es la diferencia entre el flamenco y el 'nuevo flamenco', este último es de más fácil asimilación, con un componente pop que le hace atractivo, bailable y tremendamente rítmico.
William Aura fue el principal impulsor de este proyecto en el que, además de la guitarra flamenca construida para Liebert por Lorenzo Pimentel, se puede saborear una buena percusión de Jeff Sussmann, así como el bajo de Jon Gagan y los teclados de Stefan Liebert, todos ellos miembros del grupo que a partir de aquí acompañará al guitarrista bajo el nombre de Luna Negra. Definido en el libreto como un nuevo sonido, poesía acústica con elegancia y pasión, de lo que no cabe duda es de la capacidad de enganche que posee. De entrada los rumberos compases de "Barcelona nights", otro tema pegadizo dedicado a Berlín, "Heart still / Beating", el más aflamencado "3 women walking", un muy movido "2 the night" y el más calmado y reflexivo "Passing storm", que hacen pasillo hacia las dos mejores canciones del álbum, o al menos las más conocidas, radiadas e incluídas en recopilaciones, "Santa Fe" y "Surrender 2 love". Para acabar, otras composiciones en la misma línea o en un tono más melódico.
A partir de ahí todo fue rodado para este artista, cuya música ha ido evolucionando en la producción y la composición, aportando influencias de todo tipo, incluso clásicas.
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