REVIEWS
16 de septiembre de 2024
El Caos de The Doors en Ámsterdam: El Colapso de Jim Morrison en 1968.
El 15 de septiembre de 1968, The Doors enfrentó uno de sus momentos más caóticos cuando Jim Morrison colapsó en un concierto en Ámsterdam, dejando a la banda a actuar como trío.
El 15 de septiembre de 1968, The Doors protagonizó uno de los episodios más recordados de su tumultuosa carrera. Durante un concierto en el prestigioso Concertgebouw de Ámsterdam, Jim Morrison, el carismático pero volátil líder de la banda, colapsó en pleno escenario, forzando a los demás miembros de The Doors a continuar la presentación sin su enigmático vocalista. Este evento se ha convertido en una leyenda del rock, simbolizando tanto el genio como los demonios personales que acompañaban a Morrison.
Los días previos: excesos y anticipación
The Doors ya eran una banda consolidada en 1968, conocidos por su innovadora mezcla de rock, blues y psicodelia. Sin embargo, Jim Morrison estaba en un punto crítico de su vida. La gira europea de la banda, que había comenzado el 7 de septiembre de ese año, venía cargada de tensiones. El abuso de sustancias y el comportamiento errático de Morrison habían comenzado a afectar seriamente tanto sus actuaciones en vivo como su relación con el resto del grupo.
En Ámsterdam, Morrison consumió una cantidad excesiva de hashish, mezclada con alcohol y otras sustancias. Esto lo dejó en un estado deplorable antes de subir al escenario. Según los informes, Morrison incluso se unió brevemente a Jefferson Airplane (quienes compartían cartel con ellos esa noche), cantando y bailando durante su presentación antes de derrumbarse completamente debido al agotamiento y los efectos de las drogas.
El colapso en el escenario y la banda como trío
Cuando llegó el turno de The Doors, Morrison apenas pudo completar algunas canciones. Durante el show, su estado físico y mental se deterioró rápidamente, colapsando frente a una multitud atónita. Fue llevado al hospital, dejando a sus compañeros de banda —Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore— en una posición difícil.
Con Morrison fuera de combate, los miembros restantes tomaron la decisión de continuar el concierto. Ray Manzarek asumió el papel de vocalista principal, demostrando la capacidad de la banda para adaptarse en situaciones extremas. A pesar de la ausencia del icónico frontman, The Doors logró completar su set, demostrando una profesionalidad admirable, aunque la atmósfera de la noche ya estaba cargada de tensión y desconcierto.
Consecuencias para la banda y para Morrison
Este incidente fue un reflejo de los crecientes problemas de Morrison con las drogas y el alcohol, que continuaron escalando en los años siguientes. Aunque este colapso no fue el último episodio de este tipo, sí fue uno de los más significativos, ya que demostró públicamente el costo físico y mental que el estilo de vida de Morrison estaba teniendo en él. Para el resto de la banda, fue una señal de advertencia, aunque aún seguirían soportando varios momentos difíciles hasta la eventual disolución de The Doors tras la muerte de Morrison en 1971.
Sin embargo, este evento no disminuyó la popularidad de la banda. De hecho, como suele ocurrir en el mundo del rock, estas historias de excesos y caos a menudo contribuyen al mito de una banda. La imagen de Jim Morrison como el "poeta maldito" del rock se consolidó aún más, y la leyenda de su colapso en Ámsterdam se convirtió en parte del folclore de The Doors.
El legado del show en Ámsterdam
Este concierto es recordado no solo por la caída de Morrison, sino por la increíble fortaleza de los otros miembros de The Doors para seguir adelante en circunstancias tan desafiantes. A pesar de la tragedia personal que envolvía a su líder, la banda continuó demostrando su talento y compromiso con sus fanáticos.
El colapso de Jim Morrison en Ámsterdam sigue siendo una de las historias más representativas de los altibajos del rock en los años 60, un recordatorio de cómo el exceso y la fama pueden colisionar trágicamente con el talento. Pero también es un testimonio de la capacidad de una banda para adaptarse y superar la adversidad, ofreciendo un espectáculo inolvidable incluso en las peores circunstancias.
Este episodio sigue siendo parte del vasto legado de The Doors, un legado que sigue fascinando a los fanáticos del rock décadas después de la muerte de Morrison.
Por Negro Lamancha
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!