Bio

Myriam Raquel Hernández Navarro (Ñuñoa, 2 de mayo de 1967) es una cantante chilena. Desde 1989, ha lanzado 8 discos inéditos además de recopilaciones y álbumes en vivo, con los cuales suma más de 5 millones de copias vendidas en toda América.

El estilo musical de Myriam es principalmente la balada romántica, por lo que a veces es referida como la baladista de América, pero en los últimos años ha diversificado su estilo en álbumes como + y más… (2000) donde mezcla electrónica con sus características letras románticas, e incluso hip-hop en El amor de mi vida, canción del disco Huellas (2004) a dúo con el grupo chileno de funk Los Tetas. Desde el año 2000, Hernández dejó su residencia en su ciudad natal para radicarse en Miami (Estados Unidos) con el fin de proyectar su carrera internacional.

Hernández también ha participado exitosamente como presentadora de televisión, trabajando en programas como Con mucho cariño y animando en dos oportunidades el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

Hija de una familia de padres muy jóvenes, Jaime y Pilar, de un hogar de clase media en Ñuñoa Villa Frei en Santiago de Chile, Myriam fue la primera de tres hermanos, {Pamela, y Jaime} y conoció la condición especial de ser hija única durante cuatro años, antes de que nacieran su hermana Pamela y su hermano Jaime. Siempre supo que quería cantar desde que tenía cuatro años, se miraba al espejo, tomaba el cepillo de pelo como micrófono y cantaba para sus amigos; y ese deseo se pudo proyectar por primera vez a los diez años.

Participó en un festival estudiantil donde era la más pequeña, y ganó. De intervención en intervención, de canto en canto, y de programa en programa, Myriam se fue convirtiendo poco a poco en una “figura”, condición muy deseable para cualquier artista que aspire a una carrera dentro del mundo del espectáculo. Hasta que comenzó a sentir la necesidad de una proyección original.

Myriam Hernández comenzó su carrera a finales de la década de los 80. Tanto su belleza como su voz han llamado la atención de cuantos han presenciado sus actuaciones en directo. Su talento artístico, sumado a su tenacidad, ilusión y dedicación han sido sus mejores aliados para conseguir que, con su primer disco, Myriam ya fuera conocida como una de las figuras más destacadas en la música de su país natal, Chile. El público latinoamericano la conoció en el festival Acapulco 92 y quedó sorprendido: en un mundo en que las canciones de amor rebosan de frustraciones, rencores y ansias de revancha, los temas tiernos de Myriam eran un verdadero solaz, un buen romanticismo.

Myriam contrajo matrimonio a los 25 años de edad con el empresario chileno Jorge Saint-Jean el 15 de agosto de 1992 en los salones del Hotel Hyatt. Jorge es también manager de Myriam y ella le ha dedicado algunas de sus canciones. “Muchos me preguntan si es difícil mantener un matrimonio estable mientras eres artista, yo digo que no hay nada imposible, sobre todo cuando como yo, se cree en el amor eterno”. El 17 de noviembre de 1994 nació su primer hijo Jorge Ignacio y el 10 de mayo de 1997 nació su hija Myriam Isidora, para Myriam ser mamá es lo más maravilloso que le ha podido ocurrir en la vida.

Myriam sigue apostando al castellano como la lengua que le ha permitido definir su estilo y ganarse un lugar dentro de un mercado bastante competitivo. Pensando siempre en un público global, nos sigue entregando sus canciones dedicadas al amor en diversos matices, que son un verdadero deleite a nuestros oídos. Myriam incursionó como modelo y ha conducido varios programas de televisión en Chile, así como también co-animó el Festival de Viña del Mar durante cinco años, confirmando así, que Myriam es una artista integral y muy profesional en todo lo que se propone hacer, pero ante todo, ella reconoce que su verdadera pasión es el canto.

Myriam Hernández, es la voz, el romance, la elegancia y sobre todo, la sencillez combinada de un aire de humanidad que la caracterizó desde pequeña, ya que esta mujer, que es también madre, no es sólo una estrella reconocida, sino también humanitaria y sensible al dolor ajeno.

En mayo de 1982, Sábados Gigantes iniciaba un nuevo espacio. Era el Ranking juvenil y en él competían futuras promesas de la canción chilena. Eran 10 jovencitos con el sueño de ganar. La menor de todas, una niña de sólo 16 años llamada Myriam Hernández, que había debutado en TV, dos años antes. Era la menor de todos los integrantes del Ranking juvenil. Vestía jumper y tenía un pelo negro que lucía amarrado con una trenza. Con sólo 16 años y con la misma personalidad que se le conoce, Myriam Hernández se paraba en el escenario del programa más exitoso de la TV. Competía entonces junto a otros 10 jóvenes en la carrera de convertirse en las futuras promesas de la canción chilena. Esta sección de Sábados Gigantes fue uno de los tantos programas de la época en que se mostraban promisorias figuras juveniles. La diferencia era que la transmisión la hacía el programa con más éxito del momento y que es recordado por ser el semillero de varios jóvenes intérpretes que tuvieron la oportunidad de seguir una carrera artística.

Muchos de ellos lo lograron. Otros se perdieron en la memoria del público. Dirigido por Eduardo Domínguez , el Ranking, convocaba a jóvenes a participar. Se elegían 10 temas que eran defendidos por solistas o grupos durante un mes. Tras esos cuatro sábados en pantalla, quien obtuviera mayor votación - a través de unos cupones que aparecían en revista Vea- se integraban de modo estable a Sábados Gigantes y dejaban su lugar para otro joven.

Esta era la idea, sin embargo, sólo al principio fue así, pues de a poco los elegidos iban desapareciendo de la pantalla. De esta manera, los jóvenes preferían perder para seguir en competencia y así en televisión, reconoce Andrea Labarca, una de las voces femeninas que, en aquella época, ocupaba las primeras preferencias.

Las canciones escogidas para participar, eran éxitos internacionales. Se tomaban las melodías y se les colocaba letra en español que fuera acorde con el ritmo, recuerda Andrea. La asesoría estaba a cargo del director del espacio, de Roberto Espinoza y Michelle Astaburuaga. En las voces de los jóvenes sonaban las canciones de Air Supply, por ejemplo, o en el caso de Myriam, Kenny Roggers con My Lady. Los nombres en carrera eran Paz Ballara, Gabriela Massai, el grupo Raíces (compuesto, entre otros, por dos hijos de músicos: Giolito y Valentín Trujillo), Ricardo Sepúlveda, Reneé Rich, Andrea Labarca y la joven Myriam Hernández, eran algunos.

La conocida cantante, pasados varios meses, ocupaba las primeras preferencias, pero no el primer lugar. Según ella reconoció más tarde, sólo en dos oportunidades alcanzó ese puesto por votación de la gente. En aquella ocasión eran sólo dos las estudiantes secundarias: ella y Soledad Guerrero. Más tarde se incorporaría un adolescente Luis Jara, el cual ya había participado en numerosos espacios del Clan Infantil.

Tenía sí las cosas muy claras y lo decía: “Quiero ser la mejor profesional y eso implica no sólo cantar, también hay que bailar, actuar y, bueno, yo también hago muchas imitaciones… Tengo fe en que los del Ranking serán los futuros artistas de Chile”. Con sus 16 años también sabía que era clave para su futuro el encontrar un compositor. “Yo espero que alguien se interese en mí”, señalaba la cantante, quien entonces no podía sospechar cuán lejos llegaría.

Myriam Hernández ha accedido a premios a la popularidad en Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE. UU., México, Panamá, Perú y Venezuela. En Chile, en 1993, recibió además un histórico premio de la SCD (Sociedad de Derecho de Autor) entregado por el ministro de educación Sr. Jorge Arrate, "por su aporte sustantivo al estímulo, desarrollo y proyección de la música popular".

Ha recibido las más diversas nominaciones y premios a su potencialidad discográfica y calidad artística como por ejemplo el premio Lo Nuestro, el premio Aplauso como "Mejor Intérprete Femenina", en dos oportunidades en Miami y una ocasión en Los Ángeles (California). Dos veces también el premio ACE (Asociación de Críticos del Espectáculo de Nueva York), como "Artista Revelación" y "Mejor Intérprete Femenina" o el premio Ronda en Venezuela como "Mejor Álbum Femenino del Año".

En lo discográfico, Myriam a través de sus seis álbumes ha vendido millones de copias, marcando status de oro y platino en países como Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE. UU. Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, entre otros. Además sus álbumes han sido editados en toda América Latina, Asia y Oriente Medio.

En octubre de 1999 fue nombrada "Hija ilustre de la comuna de Ñuñoa" (su lugar de origen), Chile, y una semana después recibió el título de Embajadora Cultural de la Corporación Teatro Pencopolitano en la ciudad de Concepción (Chile).

Myriam también ha figurado en la lista de las 25 bellezas latinas de la revista People en español, edición de junio de 1999.

En febrero de 2001 Myriam Hernández participó en el Festival Internacional de la Canción Viña del Mar, con un espectáculo de primera y fue premiada con la Gaviota de Plata y La Gaviota de Oro, demostrando toda la experiencia y el gran nivel alcanzado en estos últimos años.

El 21 de mayo de 2003, la Chile US Chamber of Commerce (en el hotel Miami Dadeland Marriott) realizó una cena de gala para celebrar las "glorias navales del ejército chileno" en la cual, Myriam Hernández recibió un reconocimiento del presidente saliente Gerardo Sepúlveda.

El 22 de mayo de 2003 en una cena de gala en el Dadeland Marriot Hotel de Miami Myriam fue nombrada Embajadora Artística de Chile en EE. UU., destacada por su constante apoyo a la comunidad chilena y por representar fielmente la belleza de la mujer chilena.

El 25 de junio de 2004, Myriam estampó las huellas de sus manos en bronce para ser parte de la Plaza de las Estrellas en México, las cuales el 1 de octubre del mismo año fueron develadas. De esta manera Myriam Hernández se convierte en la primera cantante chilena que pasa a integrar El paseo de las Luminarias que rinde homenaje a grandes figuras mundiales.

Discografía