Aquí traigo un sentimiento que me agobia y que me mata,
de acordarme de esa ingrata que trató de abandonarme,
no quisiera ni acordarme. De esa ingrata y cruel mujer,
que siendo yo su querencia, no me supo corresponder.
Y en el mar hay una palma con las ramas hasta el suelo,
donde se van a llorar los que no encuentran consuelo,
!pobrecita de la palma!. Con el sol se amarchitó,
así se marchita mi alma, cuando tú le dices que no.
Yo le pregunté a la palma que si estaba en el florero,
pa´ mandarle por correo hondos suspiros del alma,
!pobrecita de la palma!. Con el sol se amarchitó,
así se marchita mi alma, cuando tú le dices que no.
Yo le pregunté a la palma que si me iba yo a morir
y me contesto la ingrata tu siempre vas a vivir
!pobrecita de la palma!. Con el sol se amarchitó,
así se marchita mi alma, cuando tú le dices que no.
Pero el sol desobediente la quemó hasta las raíces
y aquí estoy sin aliciente ni planta que me cobije
!pobrecita de la palma!. Con el sol se amarchitó,
así se marchita mi alma, cuando tú le dices que no.
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