Dime, dime qué más queda,
dímelo pronto, dímelo ya,
mira que el tiempo se pasa
y yo ya no puedo esperar.
No soy pájaro que vuela,
ni leña que arde en el hogar,
ni la palabra que suena
y nadie la quiere escuchar.
Si soy polvo, Tú eres tierra,
si soy tierra, Tú eres sal,
si soy camino de piedras,
Tú eres senda de cristal,
dime qué más queda por andar.
Dime, dime qué más queda,
si ya no puedo ser nada más,
seré el calor de tu alma
que ardiendo está en el Altar.
Muéstrame a dónde me llevas
y haz que me deje llevar,
que no me guíe otro faro,
que no me ahogue otro mar.
Tuyo soy, tuyo he nacido,
y a ti quiero regresar.
Soy un candil encendido
que no se puede apagar,
Tú eres luz para mi oscuridad.
Dime, dime qué más queda,
no me preocupa el final
si me encuentran a tu lado perdido
en la inmensidad.
Dame a beber de tu Vaso,
dame a comer de tu Pan,
dame tu fe y esperanza,
dame también caridad.
Soy hechura de tus manos,
soy un pobre en tu portal,
soy un cojo en el camino
que lleva a la eternidad.
Haz Señor que pueda caminar.
"¿Quieres saber qué más queda?
Ven conmigo y lo veras
te enseñaré dónde vivo
y partiremos el Pan.
Soy semilla de otras tierras,
agua de otro manantial,
y me muevo como el viento
que no sabe descansar.
Necesito de tus manos
para poderme sembrar
en el corazón humano
que hambrea felicidad.
Deja todo y no mires atrás."
Dime, dime qué más queda,
dímelo pronto, dímelo ya,
mira que el tiempo se pasa
y yo ya no puedo esperar,
no puedo esperar.
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