Me he enredado siempre entre algas,maraña contra los dedos.cierras la madeja con el fastidio del destino,y el mordisco lo dan otros;encías ensangrentadas, y miradas de criminales,a grandes rasgos,podrías ser tú.echar el ancla a babor y de un extremo la argolla y del otro tu corazón.mientras tanto, te sangra.y el mendigo siempre a tu lado,tu compañero de viaje.cuando las estrellas se apaguen,tarde o temprano,también vendrás tú.duerme un poco más,los párpados no aguantan ya,y enfrentar las decepciones cuando el ciervo no parece perdonar.sirena, vuelve al mar,varada por la realidad.sufrir de alucinaciones cuando el cielo no parece escuchar,dedicarte un sueño,cerrar los ojos y sentir oscuridad inmensa,entregado a una luz,como un laberinto de incertidumbre.esquivas la pesadilla.y sobrevolar el cansancio y en un instante,en tierra otra vez.el miedo a traspasar la frontera de los nombres,como un extraño.dibuja la espiral de la derrota y oscurece tantos halagos,sol, en la victoria que se va...y duerme un poco más,los párpados no aguantan ya,y enfrentar las decepciones cuando el ciervo no parece perdonar.sirena, vuelve al mar,varada por la realidad.sufrir de alucinaciones cuando el cielo no parece escuchar.
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