El Señor te llamó para Él,
tú le has dicho: "Sí, aquí estoy,
cuenta conmigo, quiero seguirte,
habla, Señor que tu hija soy".
La pobreza y la sencillez
marcan tu vida y tu misión.
Nada te arredra en tu camino,
sigues las huellas del Dios-Amor.
AQUÍ ESTÁN HOY TODAS TUS HIJAS
QUE QUIEREN SER TESTIGOS DEL SEÑOR
Y HACER EN EL MUNDO
PRESENTE LA ALEGRÍA Y EL AMOR
Tú acoges el Reino de Dios,
eres ternura y comprensión,
das alegría y paz profunda,
liberas siempre por el amor.
Y tu hija acoge el don.
Sois dos Teresas llenas de Dios
que entre los pobres y los pequeños
sois signos fuertes de comunión.
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