LA canción de LOS AMANTES la estoy enviando por separado.
En la plaza vacia
nada vendía el vendedor
y aunque nadie compraba
no se apagaba nunca su voz,
no se apagaba nunca su voz.
Voy a poner un mercado
entre tantos mercaderes
para vender esperanzas
y comprar amaneceres;
para vender un día
la melodía que hace al andar
el agua de ese río
que es como un grito de libertad,
que es como un grito de libertad.
Quién quiere vender conmigo la paz de un niño durmiendo
la tarde sobre mi madre y el tiempo que estoy queriendo,
quién quiere vender conmigo la paz de un niño durmiendo
la tarde sobre mi madre y el tiempo que estoy queriendo.
Tu eres el que ha pasado,
el que ha llegado y el que vendrá,
vende el árbol que queda
en la arboleda de la verdad,
en la arboleda de la verdad.
Voy a ofrecer por el aire
las alas que no han volado
y los labios que recuerdan
la boca que no han besado;
alza cada mañana
esa campana de tu canción
pregonero que llevas
mil cosas nuevas en ti pregón,
mil cosas nuevas en tu pregón.
Vendo en una cesta el agua y la nieve en una hoguera
y la sombra de tu pelo cuando inclinas la cabeza,
vendo en una cesta el agua y la nieve en una hoguera
y la sombra de tu pelo cuando inclinas la cabeza,
Quién quiere vender conmigo la paz de un niño durmiendo
la tarde sobre mi madre y el tiempo que estoy queriendo,
quién quiere vender conmigo la paz de un niño durmiendo
la tarde sobre mi madre y el tiempo que estoy queriendo.
. . .
Aún no hay comentarios,
¡escribe el primero!Para hacer una pregunta o dejar un comentario sobre esta canción, debes estar LOGUEADO
Usamos cookies. Leer más