(D)Has oido, Señor, mis oraciones?
Por ventura, has oido mi (A)clamor?
Pues derrama tus ricas bendicones,
Dame fe y alegria, oh (D)Señor.
No pretendo riquezas con polilla
Cual los bienes terrenos que se (G)van;
Quiero, si que me des sabi(D)duria,
Asi (A)como le diste a San (D)Juan.
No pretendo, Señor, cosas terrenas;
No pretendo, mi Dios, mas que tu amor;
Que me enseñes las cosas que son buenas,
Que edifican, dan vida y dan valor.
Yo no dudo, Señor, que Tú has oido
Mis humildes querellas, mi oración;
No lo dudo, Señor, porque he sentido
Que me has dado tu amor y tu perdón.
Yo ya sé que Tú quieres corazones
Humillados, sin sombras de maldad;
Tu no quieres orgullos ni pasiones;
Quieres fe, mansedumbre, paz, bondad.
Oh, Señor! tu piedad es infinita;
La he sentido latir dentro de mi ser;
Aqui estoy a tus pies, Padre bendito;
No permitas que vuelva yo a caer.
Yo no quiero caer; la vieja historia
No recuerdes y dame tu perdón;
Quiero estar con lo tuyos en la gloria,
Disfrutando de eterno galardón.
Si contestas, mi Dios, mis peticiones,
No caere ya jamás dentro del mal,
Y al final de la vida en las mansiones
Me veré en tu reino celestial.
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