No me importa ir de puntillas por tu piel,
pero no me pidas más de lo que soy,
me la juego a cada instante; ganador o perdedor,
por seguir siendo el esclavo de tu amor,
por seguir siendo el esclavo de tu amor.
Caminar por tu cadera es para mí
la mejor de las maneras de morir.
No daré nada más bello
ni más dulce al corazón
que seguir siendo el esclavo de tu amor,
que seguir siendo el esclavo de tu amor.
Y en la noche, mientras duermes, me despierto,
y mi suerte sigue bien, tú estás allí.
Tu calor se mete dentro de mis huesos,
y le digo a Dios que no hay nada mejor
que seguir siendo el esclavo de tu amor.
Y en la noche, mientras duermes, me despierto,
y mi suerte sigue bien, tú estás aquí,
y la vida se me escapa hasta tu cuerpo,
y le digo a Dios que no hay nada mejor
que seguir siendo el esclavo de tu amor,
que seguir siendo el esclavo de tu amor.
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