Tiré tu pañuelo al río,
para mirarlo cómo se hundía.
Era el último recuerdo,
de tu cariño que yo tenía.
Se fue yendo despacito...
como tu amor.
Pero el río un día
a la playa al fin
me lo volverá,
pero yo sé bien
que nunca jamás
podré ser feliz,
sin tus alegrías.
Te recordaré
en mi soledad
en el río aquél
que quedó sin luz
cuando comprendí