El Brujo

EL BRUJO (Raga / Voodoo-rock) La procesión
era pesada, parecía eterna. Todos dirigían la
vista al suelo de piedra carmesí y sentían el
ardor que corría por las plantas de sus pies.
Algunos sangraban mientras sudaban frío;
otros danzaban y gritaban: entraban en trance y
abandonaban su cuerpo para dar espacio a la
energía que estaban a punto de recibir. Al
fondo del grupo de peregrinos hombres y
mujeres tiraban cuentas de sus collares. Los
rezagados sabrían, que camino debían seguir
gracias a estas cuentas de rizo. Muchos
estaban haciendo el recorrido. Huían del poder
Macro y preguntaban por el ser al final del
caracol sagrado. Todos, al saber de la
existencia de tal ente, dejaban todo atrás para
unirse a la orla espiral. El líder del grupo
encontró la línea serpentina. Al pisarla, el
hombre adquirió tonos radiantes de turquesa y
su cuerpo comenzó a bordarse mágicamente.
Los glifos brillaban y su rostro se hacía
metálico. Él fue el primero en escuchar el ritual
sonoro. Cuando el vitral se abrió, él estaba ahí,
en medio de ruidos extraños y armonías
ensordecedoras. Todos los errabundos se
sentaron alrededor suyo. Uno junto a otro,
mujeres, hombres, niños y ancianos
agazapados hacia él estaban. Lo admiraban y
contemplaban; suspendidos se dejaban
envolver por las capas disonantes que su
cuerpo expiraba. Desnudos, poseídos y
tatuados se amalgamaban al Raga. Sentían el
abismo estelar debajo de sí. Sentían el tajo
cósmico por sobre sus cuerpos. Dioses y
demonios brotaron de la tierra; el brujo los
había estado llamando con tecocolis, ayoyotes
y palos de lluvia. El jícuri comenzó a ser
absorbido por esos entes fantásticos;
místicos. El brujo saltó en medio de todos. De
sus garras huía el plasma verdoso que a cada
uno de los concurrentes siniestros alimentaba
y maldecía. El brujo, de pronto, lanzó el jarrón
lleno de uñas, pelos y ojos; exclamó el
estridente conjuro cósmico: “El mundo terminó
para ustedes. Ahora más allá de la vida y la
muerte se encuentran. Maldecidos y
condenados están ahora. Habitarán por
siempre esta bruma psicodélica y oculta del
Mundo Voodoo. Sin tortura y represión, el ritual
sonoro les pertenece y ustedes a él. El Raga-
Voodoo ahora esta compuesto de su cuerpo y
esencia”.

Alineación:
Carlos Bolivar (La Orquesta de Animales),
guitarra.

Gilberto Galindo, bajo.

Juan Carlos Del Rio, batería y percusiones.