La génesis de Els Catarres data del 2010, cuando sus tres integrantes decidieron constituirse como grupo para amenizar la feria de artesanos del pueblo. Y desde entonces, la actividad es frenética. Les esperan, dice, «más de 40 bolos este verano». Y ayer mismo interrumpieron la grabación de un clip para atender a este diario. «Estamos en el Bar Miguel, el más conocido y donde va más juventud, tocando la canción La festa major d'Aiguafreda, con la gente pasando por aquí y una animación que no veas». De aquí a un mes, calcula, la colgarán en su web oficial, donde por cuestión de presupuesto «solo» tienen de momento ocho piezas. «No son las mejores, pero tienen estilos variados. Pero tenemos más canciones, ¿eh?, que nuestro repertorio da para hora y cuarto», aclara el músico.

Els Catarres saben que sin internet no existirían. Y que los conciertos son su gran baza. De hecho, empezaron dándolos gratis y ahora, a «un módico precio». Su estilo es sobre todo folk-pop. Y por su formato, les comparan con el grupo La Iaia. «Ellos son más serios, buenos músicos y tienen un estilo más definido. Y nosotros más pasotas. En nuestros directos se aprecian más las diferencias». ¿Y a qué aspira ahora la banda? «A seguir tocando y a grabar un disco en formato físico. Mucha gente se lo baja y luego nos dice que le gustaría tenerlo. Que quieren comprárselo. Es una nueva tendencia».