Noticias de Falco
Johann (Hans) Hölzel (Viena, Austria; 19 de febrero de 1957 – República Dominicana; 6 de febrero de 1998) fue el único sobreviviente de un embarazo de trillizos, dos de los cuales fallecieron al tercer mes de gestación. Hijo de Alois y María Hölzel, quienes pudieron darle todas las comodidades a su hijo en medio de la posguerra.
Desde niño Hans mostró una cierta vocación por la música. Uno de sus pasatiempos favoritos era el de conducir orquestas en la radio o silbar las melodías de las canciones más populares cuando apenas y podía caminar.
Para su cuarto cumpleaños pidió un acrodeón, pero un profesor de música le rescomendó a sus padres que lo llevaran a clases de piano y aún así cambiarse al acordeón más tarde. Los padres se decidieron por un piano de cola y las respectivas clases. Inmediatamente se descubrió que el niño tenía buen oído musical, particularmente para las obras de Beethoven. Ya a los 5 años tocaba más de 30 tonadas populares que escuchaba en la radio a puro oído.
Con cuatro años y medio fue inscrito por sus padres en un concurso llamado “La Música No Conoce Fronteras” que servía de prueba para de admisión para una academia de música. Luego de la prueba, su profesor se acercó a la madre cargando al niño y le dijo: “Señora Hözel este es un pequeño Mozart. Nunca había visto a nadie con un tono tan perfecto en toda mi carrera”.
En 1963 entró a la escuela y en la fiesta de Navidad de ese año tocó en el piano “El Danubio Azul” lo que le valió el aplauso de toda la concurrencia. Al día siguiente, la tienda de la señora Hözel estaba llena de personas que querían saber dónde y cómo el niño había aprendido a tocar el piano. Uno de los amigos de Hans recuerda haberle preguntado qué quería ser cuando fuera grande y que la respuesta fue “Estrella pop. La respuesta no fue ‘músico' sino ‘estrella pop'.”
Como era lógico cada visita que llegaba a la casa de la familia Hözel quería escuchar al niño prodigio tocar. Pero según recuerda su madre el chico advertía antes de que llegaran las visitas: “Mamá, hoy no voy a tocar” o desaparecía ni bien tenía la oportunidad. A lo sumo se lo podía convencer de tocar una canción, pero eso era todo.
La separación de sus padres en 1968 fue uno de los puntos de giro en su vida. Más tarde su padre, Alois, le diría a su hijo que si él “se hubiera quedado en la casa nunca te habrías convertido en Falco” debido a que no entendía el proyecto de vida de su hijo.
Tres años más tarde, en 1971, falleció su abuela materna con quien tenía una relación muy cercana y quien le consentía todos sus caprichos. Al mismo tiempo la tienda de su madre debió cerrar y ella buscar un trabajo como promotora de Columbia. Estos dos hechos dejaron al muchacho prácticamente solo y sin quien le pusiera límites, por lo que rápidamente perdió interés en el colegio.
Salía en la mañana mochila en mano para aguardar las apariencias, pero se iba a jugar fútbol. Cambió el piano por una guitarra y ese año académico lo perdió. El choque con la educación llegó al punto que compuso “No Más Escuela”.
Su madre lo confrontó y le dio dos opciones: “O repetís el año como cualquier otro o te buscás un trabajo”. Sin siquiera dudarlo Hans le contestó: “No voy a repetir el año, prefiero ir a trabajar.”
El trabajo resultó ser un espacio gratificante. Trabajaba junto a un señor mayor a con quien hizo migas y dedicaba gran parte del tiempo a conversar, antes que a trabajar.
A inicios de los años setenta la música pop descasaba en la guitarra eléctrica y el bajo. Grupos como Deep Purple o Frank Zappa estaban cambiando la escena musical. Fue entonces cuando Hans decidió cambiar su guitarra acústica, por un bajo que se convertiría en su instrumento.
A los 17 años se unió a su primera banda, “Umspannwerk” (Transfomrador). Los ensayos se hacían en el sótano de la casa de un amigo a 15 kilómetros de su casa, por lo que logró que su madre le comprara una moto. Más tarde dejaría el trabajo, se enlistaría en el Servicio Nacional y se dedicaría a aprender a tocar bien el bajo.
Cuando salió del Servicio Nacional estuvo tres semestres en el Conservatorio de Jazz de Viena. Sin embargo, eso no le satisfizo. Quería complacer a su madre y volvió a trabajar, pero esos estudios fueron claves para su desarrollo posterior como músico profesional.
El final de los setenta fue un período de grandes cambios en la escena musical. El punk se establecía en Europa proveniente de Gran Bretaña y el joven Hans estaba fascinado con el nuevo estilo. Por otra parte David Bowie se estaba convirtiendo en el referente de muchas bandas alemanas, lo que terminó de convencer a Hans Hözel de mudarse a Berlín Occidental en busca de una oportunidad.
Años después Falco recordaba: “Bowie era una de las razones por las que estaba en Berlín. Quería encontrármelo en alguna parte. Bowie era mi ídolo. Siempre hizo mucho por la música pop en alemán. El disco “The Hero” fue la chispa que me encendió”.
Como músico de jazz-rock Hans ganaba el equivalente a mil chelines austriacos por noche. “Eso era mucho, pero mucho menos de lo que estaba gastando. Nunca tuve suficiente dinero en Berlín”. La aventura alemana duró un año y luego regresó a Viena.
Empezó a tocar bajo en la calle para los pasantes. Un día fue visto por Wickerl Adam quien majejaba una big band en una institución cultural vienesa llamada la “Hallucination Company”. El ímpetu de Hans le llamó tanto la atención que le ofreció que formara parte de su banda. El muchacho no lo dudó y se entregó de lleno. “Yo les exigía ocho horas de ensayo por día y Hans disfrutaba eso. Siempre fue puntual, el tipo de persona con el que se puede trabajar”, recuerda Adam.
“Hallucination Company” salió de gira en 1978. En Munich se convirtieron en la sensación de la temporada. Se presentaron a teatro lleno. El tercer día en Munich Hans se acercó a Wickerl Adam vestido en un traje plateado a rayas negras, el pelo corto y echado para atrás y le dijo: “Hey, Wickerl, hoy no digás ‘en el bajo Hans Hözel', decí ‘En el bajo, Falco Gotthehrer'”. Unos días después se acercó nuevamente y le pidió que solo lo presentara como Falco.
La decisión de cambiarse el nombre a Falco vino porque estaba impresionado por el saltador en ski Falko Weisspflog de Alemania Oriental quien era bastante popular en esos días. Cambió la “k” por la “c” porque pensó que era mejor para el mercadeo internacional. A partir de ese momento cambió radicalmente la forma en que se vestía, usaba anteojos de sol y hasta se paraba diferente con el propósito de destacarse del resto de la banda. “El vivió sexo, drogas y rock and roll en un traje de Versace” dice Adam.
El éxito de “Hallucination Company” inspiró a Stefan Weber a reformar su como anarquista llamado “Drahdiwaberl”. Muchos de sus antiguos músicos tocaban al lado de Falco en “Hallucination Company”. Los llamó e integró a Falco en el proyecto.
Durante un año Falco estuvo tocando en ambas bandas, aunque “Drahdiwaberl” era una expresión del caos que mezclaba rock, política y cabaret. Los conciertos de este grupo estaban llenos de excesos por lo que Falco llegó a las presentaciones con su ropa de marca cubierta en plástico transparente.
Stefan Weber recuerda de su antiguo bajista: “Falco no calzaba con nosotros porque en ese entonces era un dandi de pelo corto. Nosotros nos presentábamos con la ropa rota y él con un suéter Fiorucci. Era el único integrante del grupo que solamente se preocupaba por la paga y no por la esencia del grupo, que mayormente tocaba conciertos benéficos.”
A inicios de 1979 Falco dejó Hallucination Company y se quedó con “Drahdiwaberl” aunque no calzara mucho con el perfil del grupo. Poco después se unió a un grupo comercial llamado Spinning Wheel integrado por gente de “Drahdiwaberl” y que interpretaban canciones originales de los Bee Gees y de Rod Stewart. Fue aquí donde Falco empezó a cantar y su carisma afloró. Le dio su propio estilo a los covers de Rod Stewart convirtiéndolos en canciones suyas.
El grupo empezó a despegar y aunque estaban ganado bien, Falco sentía que el tocar en el grupo no le permitía expresarse tal como el quería. En mayo de 1979 Falco grabó su primer sencillo acompañado por Spinning Wheel. En el lado “A” estaba Chance y en el “B” Dance and Summer. Las canciones pasaron más por buenas intenciones que por material que podía salir al aire.
Un día, saliendo de uno de los ensayos de Drahdiwaberl en 1980 compuso una canción con letra y música que versaba sobre las drogas. La canción no calzaba con el estilo del grupo y apenas era usada de vez en cuando en los conciertos. Aunque llegó a algunas emisoras, pronto fue censurada. Sin embargo, en las presentaciones del grupo el tema empezó a pegar en la audiencia y a ser identificada con Falco. En ese momento se dio cuenta que podía tener una carrera como solista.
En 1980 Markus Spiegel, un empresario disquero vienés invitó Drahdiwaberl a grabar su LP. En realidad, Spiegel estaba interesado en firmar a Falco a quien había visto en un concierto y de quien quedó impresionado. Spiegel logró lo que quería y firmó a Falco por tres LPs y lo juntó con el productor Robert Ponger.
En el verano boreal de 1981 Ponger había compuesto una melodía para otro artista de Spiegel, pero éste la rechazó. Falco la escuchó y quedó encantado. Se llevó la cinta a casa y unos días apareció con las primeras estrofas del Comisario (Der Kommissar). Cuando en otoño la canción fue puesta en las radios se produjo un efecto de bola de nieve. Primero fue número uno en Austria, luego en Alemania, más tarde en toda Europa. En Canadá fue disco de Oro y su versión en Alemán fue número 72 en Estados Unidos, aunque la versión en inglés interpretada por “After the Fire” fue número tres.
La canción vendió la friolera de 7 millones de copias en todo el mundo. Este éxito inicial le valió el apodo del “Padrino blanco del rap”.
El álbum “Einzenhalf” fue puesto a la venta en 1982. El disco fue un éxito porque Falco logró manejar el sentimiento de la época, pero a la vez crear la música que vendría en los ochenta. Un año antes de su muerte diría: “Einzelhaft” fue una corazonada que se encendió como un incendio sin control. Fue mi mejor álbum.”
Luego de un año de gira por todo el mundo presentándose mayoritariamente en discotecas y acudiendo a entrevistas en las radios, Falco regresó completamente cambiado a su casa para darse cuenta que ahora era lugar de peregrinación de las chicas. Rápidamente debió mudarse a un departamento en una zona algo más exclusiva.
Tantos cambios provocaron que la vida de Falco/Hans Hölzel entrara en crisis con cierta frecuencia. Falco intentaba apagar las crisis con alcohol y como él lo dijo en su momento: “Los problemas de alcohol empezaron con el éxito y el dinero. Creeme, tenés un problema cuando tu éxito crece más rápido que tu alma.” El miedo a no alcanzar el reconocimiento de la gente con tu próximo disco se hizo cada vez más grande. La arrogancia con la que se dirigía a los periodistas era la forma de defenderse de esa amenaza que pendía sobre él.
La presión a la que se sometió provocó que “Junge Römer” de 1984 saliera tarde y no alcanzara el éxito que esperaba.
En un intento por frenar lo que parecía una caída libre grabó a dúo una canción con una estrella austriaca llamada Désirée Nosbusch. Falco quedó a disgusto con la producción, pero el disco alcanzó a vender bien, aunque no lo suficiente.
Falco empezó a deprimirse más y a desencajar cada vez más de la sociedad austriaca. La presión por sacar un nuevo disco lo llevó a cancelar giras y a consumir alcohol y drogas que lo estaban consumiendo vivo. Fue para entonces, en el año nuevo de 1985, que viajó a Tailandia con unos amigos y allí logró alejarse de toda la presión y alcanzar una cierta estabilidad que le ayudaría a encarar su nuevo LP.
Al llegar a Vienna lo primero que hizo fue cambiar de productor. Ahora trabajaría con los hermanos Rob y Ferdi Bolland. En esa época Mozart se había puesto de moda gracias a la película sobre el músico de Milos Forman. Esto inspiró a los hermanos Bolland a escribir la historia del músico austriaco en un tema pop.
Rock Me Amadeus se convirtió en el referente de la música alemana estableciendo nuevas marcas de venta y nuevos estándares de producción. El disco, Falco 3, puso a Falco en el estrellato internacional en 1985. Ahora Falco tenía una canción poderosa y una nueva arma: el video.
En el verano de 1985 durante una presentación en Graz conoció a Isabella Vtkovic, la esposa de un hombre 19 años mayor que ella. La atracción mutua fue tal que casi de inmediato se fueron a vivir juntos.
Al tiempo que su compañera quedaba embarazada él salía de gira por los países de habla germana de Europa con un éxito fenomenal. Ahí aprovechó para lanzar su siguiente sencillo “Vienna Calling”, detrás del cual vendría “Jeanny” que vendría acompañado por el escándalo debido a que un ciudadano alemán, cuyas hijas habían sido raptadas en Italia, se sintió ofendido llamó a boicotear la canción porque decía que la canción alentaba la violencia sexual.
Algunas emisoras respondieron el llamado, pero otras no y la canción despegó empujada por el escándalo al punto de vender 50 mil copias al día.
Rock Me Amadeus le había dado a Falco todo lo que necesitaba: popularidad, estabilidad, una familia y empuje creativo. Pero hubo algo que ni él ni nadie previó. En marzo de 1986 se convirtió en el primer músico austriaco en llegar al número uno de la lista Billboard bloqueándole la entrada a Kiss de Prince. A los 29 años Falco fue el primer germano hablante en ocupar esa posición.
“No estaba para nada feliz cuando escuché que era número uno en Estados Unidos porque sabía la carga que significaba. Me había tomado cinco años quitarme esa carga,” Comentó más tarde sobre el tema.
Además del sencillo en la cima de la lista, el álbum trepó hasta ser número tres y el video de Amadeus estaba en la alta rotación de MTV. La disquera norteamericana de Falco no se detuvo ante nada al mercadear el disco lo que expuso al artista en todas partes, hasta el punto que lanzaron un número gratuito para que la gente hiciera preguntas sobre Falco.
La resistencia de Falco a consolidarse como estrella por miedo a un futuro fracaso lo llevó a rechazar una gira promocional en Estados Unidos. Después de muchísima presión por parte de su disquera viajó a Nueva York y Los Ángeles en donde apareció en cuanto diario, radio y programa de televisión lo quiso tener. El éxito de Falco en Estados Unidos se frenó en seco cuando se negó a vivir en ese país. “Siempre tuve la oportunidad de mudarme a Estados Unidos. Pero no lo hice porque las cosas que más me gustan de la bandera norteamericana son las rayas rojas y blancas” decía en clara referencia a los colores de la bandera austriaca.
El éxito norteamericano vino acompañado del nacimiento de su hija a la que amó profundamente y en quien depositó la esperanza de encontrar estabilidad y consolidar su vida de familia. Pero debió vivir una doble vida: por un lado ser un hombre de familia y por otro ser una estrella internacional.
Esta dualidad y la renovada presión del “éxito” le llevó nuevamente a consumir alcohol, drogas y tabletas. “Tuve mi crisis de la mediana edad a los 28. Ahora tenés millones, pero no sabés donde es arriba y adonde es abajo; y hay una familia con una criatura y no tenés idea de por donde empezar”. Afirmó y agregó que “La época más difícil en mi vida fue cuando empecé a ganar dinero como nunca me lo había imaginado. El dinero arruina a la gente y arruinó mi vida por mucho tiempo. El dinero echa a perder el carácter, te crees el más grande.”
“Falco 3” también significó el final de su relación con el sello GIG y ahora, en la cima de su carrera, firmó el contrato mejor pagado a un artista de lengua alemana en la historia con Teldec.
Durante 1986 grabó su cuarto disco “Emmotional” que también fue producido por los hermanos Bolland, aunque fue el primer disco en el que él realmente se expresaba. Fue puesto a la venta en otoño.
En agosto de 1986 su esposa se marchó de casa con su hija. El carácter fluctuante de Falco terminó por cansar a la agobiada mujer, que luego de varios intentos de reconciliación dio la cosa por terminada.
Falco entonces se embarcó en una nueva gira mundial que incluyó Japón y Estados Unidos. En Japón la respuesta fue impresionante porque los chiquillos habían adoptado el “look” de Falco, en tanto en Estados Unidos los conciertos programados para enero, febrero y marzo de 1987 fueron cancelados porque el promotor los consideró económicamente riesgosos.
Después de casi un año dedicado a sí mismo Falco volvió con “Body Next to Body” en el que cantaba a dúo con la escultural modelo danesa Brigitte Nielsen. “Nunca quise llegar a las listas, solo quería acostarme con ella.” Y parece que se le cumplió porque la canción no sirvió para mucho, excepto para una noche en St. Tropez.
En 1988 luego de separarse de los hermanos Bolland y reconciliarse con ellos, Falco lanzó “Wiener Blut” (Sangre vienesa) que no alcanzó a vender bien y no despertó mayor interés en la gente lo que provocó que los conciertos europeos se cancelaran. En junio se casó en secretó con su ex compañera “por la niña”.
Después vino un período de altos y bajos que incluyó una desaparición por 4 meses que le llevó por todas partes del mundo tratando de rearmarse. El resultado fue que casi un año después de haberse casado se separó.
En 1990 intentó regresar a la esena musical con “Data de Groove”, pero no logró mayor impacto. Luego dejó Teldec y se fue a EMI y lanzó “Nachtflug” (Vuelo nocturno) que fue producido por los hermanos Bolland. Del disco se extrajo “Titanic” un sencillo preparado para ser éxito y que trepó inmediatamente en Austria hasta la cima. En 1993 salió de gira por Austria, Suiza, Alemania y Rusia pero presentándose en lugares pequeños y medianos. La gira fue exitosa, pero el éxito de antes no volvió.
En el otoño de ese año Falco se hizo una prueba de paternidad. Siempre había tenido dudas sobre ello, sobre todo porque la prensa amarilla especuló con ello desde el primer momento. El resultado fue devastador, Katharina no era su hija.
Esta noticia sumada al fracaso comercial de sus discos le recluyeron en su casa de campo en donde empezó a mezclar alcohol con medicinas psiquiátricas. Para tratar de salir del hueco empezó a componer un nuevo disco. Cuando se acercó a la disquera con algunas ideas la respuesta fue lapidaria “¿Y el techno?”.
Aunque nunca pensó en ese género grabó un tema bajo un seudónimo en 1995 que le valieron aparecer en las listas austriacas y germanas.
A Falco le encantaba el sol, las palmeras y el mar. Para él los largos inviernos austriacos se hacían cada vez más insoportables. Por eso empezó a mudarse a la República Dominicana. Impuestos más bajos ayudaron a tomar la decisión, aunque sabía que él no se iba a quedar allí para siempre por su amor a Austria. Se compró una villa en Puerto Plata.
En 1996 lanzó “Naked” producido por Torsten Börger, sería su último disco. En 1997 Claudia Wohlfromm, la esposa de su productor, se convirtió en su representante. Ella empezó a trabajar en renovar la imagen de Falco de cara al tercer milenio. Empezó a trabajar en “Egoisten” el disco que no pudo ser porque el 6 de febrero Falco falleció trágicamente a los 40 años cuando su auto chocó con un autobús en la República Dominicana.
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