Grupo Suramérica

El Grupo Suramérica nació en la Universidad de Antioquia (Medellìn, Colombia) en Agosto de 1976 con la firme convicción que a través de la música se podrían construir lazos fuertes de convivencia y reflexión para el confuso momento político y social que vivía Colombia en ese entonces.

Nace entonces una Corporación sin ánimo de lucro cuyos integrantes no vivían de la música, sin embargo, dedicaban muchas horas de su tiempo a construir un discurso coherente que lejos de ser contestatario y amotinado, buscaba por lo contrario unir los puentes que acercan el alma de los hombres y derrumbar las murallas que separan los pueblos.

A principios de los 80´s el Grupo Suramérica se convertía en un estilo, un sello, una nueva forma de cantar. Apoyados en las tendencias folcloristas que bajaban triunfantes de los andes del sur del continente, Suramérica tradujo mágicamente el sonido de las quenas y los charangos para ponerlos al servicio de la cumbia, el rock o de una pieza clásica de Giuseppe Verdi.

En los años posteriores, el Grupo Suramérica, quien venía interpretando música de otros compositores, decide emprender la más encantadora aventura de poner sus vivencias, sus recuerdos, sus sueños y su entorno en los textos de sus propias canciones. Es así, como Suramérica se muda rápidamente a hacer parte del movimiento de la nueva canción en América Latina y logra posicionarse como embajador Colombiano en este género y comparte escenario con figuras como Mercedes Sosa y Pablo Milanés.

Vendrían vientos de guerra para Medellín. Aquellos días para no olvidar que impidieron que saliéramos a las calles con tranquilidad. Fue ahí, cuando Suramérica en un acto denodado se tomo los parques, las avenidas, los teatros, los colegios y los municipios para demostrar que los buenos éramos más y que la vida, el amor por lo nuestro y un abrazo sincero ganarían la más inhumana batalla.

Para principios de los 90´s el Grupo Suramérica refrescaría su conformación e incluiría dentro de su proyecto de vida a jóvenes músicos antioqueños quienes traerían soplos de renovación y continuidad. Fue así como nuevo público joven se sumaría a esta caravana de amantes de la vida y de las buenas costumbres. Serían entonces 3 generaciones al interior de la agrupación asestando al mismo norte.

Suramérica se torna entonces como un referente substancial para el desarrollo cultural de Medellín usando siempre como vehiculo la poesía y la música. Canciones a los desplazados, a los niños, al amor, a la solidaridad, al compromiso, a la reconciliación y la vida misma forjaron en su público una nueva manera de expresarse y de apreciar el arte dejando a un lado las fuertes tendencias comerciales que aún habitúan robarse raudamente el gusto por las cosas simples.

Hoy, muchas generaciones han sido testigos del nacimiento y crecimiento del Grupo Suramérica. Muchos jóvenes ven hoy en la agrupación un momento de reflexión, un alivio, una actitud y un buen ejemplo. Estos 10 colombianos de bien han llevado su mensaje transformador de barrio en barrio, de pueblo en pueblo por todas las calles.

Hoy, después de 30 años siguen siendo embajadores del buen proceder y de la reconstrucción social de un país que había perdido su propia credibilidad y que hoy quiere levantarse sólidamente sobre valores de paz y regeneración