Noticias de Templo
Templo es una agrupación de rock argentina que atrae la atención de muchos amantes del género. La banda se ha ganado un lugar relevante en el medio, y ello solo con dos producciones. Pero, sin lugar a dudas, uno de lo elementos que más cautiva de esta es la presencia de Hernán Fortuna, dilatado nombre que arrastra una gran trayectoria, especialmente siendo parte de la legendaria banda Boanergers.
El Heavy Metal ha sido como la ropa que viste, y ello desde los 15 años de edad, periodo en su vida donde acepta a Cristo. Fue el cambio en el momento perfecto, cuando ya había transitado por oscuros y muy malos caminos. Pasa de la desesperanza a una nueva aventura, un transitar increíble que se testimonia a través de su música y de lo que entrega a través de ella, impactando más allá de los limites religiosos, siendo luz en los lugares de donde el habitó en su infancia.
Su visión ministerial tiene una gran dosis evangelística, y su pasión son los jóvenes de esta generación. Hernán Fortuna no solo es parte de Templo, también lleva una carrera paralela como solista, situaciones que le permiten trabajar no solo para los jóvenes, también para un público más amplio.
Templo nace en 1999, año en el cual lanzan un primer demo conteniendo seis cortes. Posteriormente, en 2001 lanzan su primera placa titulada Eternidad (Arte Producciones), la cual contenía 16 composiciones, todas ellas logrando crear una gran aceptación y positiva crítica. Su popularidad, éxito e impacto les lleva a ser parte de tributo llamado Tributo a los Reyes del Metal (2002), un trabajo que les abre las puertas del mercado no cristiano.
En 2007 lanzan su segunda producción titulada Antes que Llegue el Final, la cual empezó a gestarse en 2003, periodo de tiempo durante el cual se trabaja en la composición de las canciones que contendría este disco. Posteriormente, este pasa por varias etapas de producción, la primera de ellas en 2004, grabando las baterías, donde participaron los destacados Gustavo Giardelli (prestigioso baterista cesionista) y Alejandro Beltzer (baterista de Templo). Esta primera etapa de la grabación se llevó a cabo en los estudios La Nave de Oseberg, Buenos Aires, Argentina.
La toma de sonido estuvo a cargo de Martín Toledo (Ing. de Rata Blanca) y la operación técnica estuvo a cargo de Miguel Roldán (ex V8, actualmente Logos). Luego se grabaron las guitarras base, solos y bajos en los estudios Arte Producciones. La grabación de los teclados estuvo a cargo de Guillermo de Medio (tecladista de Ariadna Proyect). Las voces fueron grabadas por Cristian Partamian en los estudios El Silencio y la mezcla y mastering fue realizada por Martín Toledo en los estudios La Nave de Oseberg. Todo este proceso se extendió hasta el año 2006.
Dos años de arduo trabajo que dan como fruto una placa memorable, la cual es producida por Hernán Fortuna, quién es acompañado por Franco Lescano en bajo, Santiago Venturini en Teclados y Gustavo Giardelli en batería. Quedan en el camino Diego Mansilla y Alejandro Beltzer.
Hard Rock de alto nivel es el que se respira en este disco, compuesto por 15 pistas, todas ellas compuestas por Hernán, la ultima de ellas coescrita junto a Gustavo Giardelli, más otra creada por Miguel Roldan (Logos). Pero los matices y texturas no solo se detienen en el Hard Rock, también hay algo de Heavy Metal, Power Metal, Soft Rock y otros, una exquisita apertura a la diversidad que atrapa y no deja tiempo al aburrimiento.
El disco abre con “Intro”, una oratoria histriónica en voz de Alejandro Beltzer que nos retrata muchas de las señales que anuncian el fin de los tiempos, dando paso a la pista que da título a esta placa, una potente pista, con un intro estilo rock sinfónico muy bien logrado, continuando con el Hard Rock que prosigue con la temática de los últimos tiempos, haciendo especial hincapié en la figura del anticristo y de cómo este engañará al mundo.
“Entre la Vida y la Muerte” continua con un mensaje candente, que nos lleva a la decisión que todo hombre debe tomar, haciendo un valiente llamado a todo cristiano a luchar contra el mal teniendo a Dios como escudo. “Todo es Mejor” nos lleva a un Power Metal cuya lírica esta empapada de esperanza, palabras de amor hacia una humanidad que busca y no encuentra, mostrando Dios como quien llama sin importar la condición.
“Solo por Ti” muestra el rostro suave de la propuesta de Templo, una balada rock con mucha reminiscencia ochentera, con una interesante inclusión de coros femeninos, una invitación a entregar nuestra vida a Dios, describiendo el amor y sacrificio que Él realizo por esta invitación. “La Vida y la Verdad” continúa en la línea lírica, retratando a un Dios en quien se puede confiar y triunfar. “Ven a la Eternidad” es una composición de la agrupación Logos; y aquí participa Alberto Zamarbide cantante de la mítica banda, cuya lírica no se cansa de reiterar de que solo en Dios se puede encontrar vida y eternidad, temática que se extiende en “Sueños”, una historia de ilusiones que pueden hacerse realidad a través de la oportunidad de entregarse a Dios.
“Libertad” es una dinámica pista de Heavy Metal que nos lleva en un viaje al futuro, a un lugar eterno donde no hay tristeza, solo felicidad, no hay guerras, un lugar eterno al lado de Dios. “Al Acercarme a Ti” nuevamente nos induce en una suave atmosfera, una dulce canción de adoración que conlleva un mensaje de evangelización, una invitación de amor que Dios hace al hombre. Con un histriónico intro, “Salvación” nos induce en la concepción del porque Dios envió a su Hijo al mundo y de cómo todo ello, muchas veces no entendido, otorga vida y redención. La salvación es sinónimo de fidelidad y ello es lo que expresa “Nada Nos Podrá Separar”.
El disco empieza a cerrar a través de dos pistas, la primera de ellas con una palabra profética sobre un avivamiento en Argentina, y ello es lo que se grita en “Salve Argentina”, la cual da paso a “¡Basta!”, una expresión de disgusto ante tanta maldad que se respira.
De principio a fi, Templo sorprende con su sólida y maciza propuesta. Es una formula con cuerpo y que trasciende generaciones, ello porque su sonido se remonta a la época de oro del Hard Rock, y con ello, muchos de esos años gustarán de Templo, junto con la actual juventud. Es que el rock ochentero, con sus derivaciones correspondientes, no pasa de moda, y aquí encontramos frescura y calidad a raudales. Los solos de guitarras son fenomenales, las orquestaciones al estilo rock sinfónico son otro interesante elemento, teclados y voces de fondo, bajo y batería son protagonistas. Energía y suavidad nos sumergen en un trabajo con una clara visión evangelista, que no pierde oportunidad en mostrar cual es el camino y la solución a la problemática vivencial del hombre, así como también, oportunas palabras de ánimo, esperanza y confianza en Dios.
Antes que Llegue el Final es un paso en la dirección correcta. De seguro, los amantes del Rock estarán encantados con esta placa. Guitarras, cueros negros, largas melenas, y una palabra inspirada son los ladrillos que dan vida a Templo.
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