Una medalla, un Beatle y un acto de rebeldía histórica

En el otoño de 1965, la emblemática banda británica The Beatles alcanzaba el pináculo del reconocimiento, no solo en la música, sino también en la sociedad inglesa, cuando la Reina Isabel II les otorgó la prestigiosa Orden del Imperio Británico (MBE). Este honor, reservado para ciudadanos destacados por sus servicios al Reino Unido, se convirtió en un símbolo de su impacto cultural. En ese momento, la distinción era vista como un reflejo del fenómeno Beatlemanía y su capacidad de exportar la imagen de una Inglaterra vibrante y moderna al mundo.

Sin embargo, apenas cuatro años después, el 25 de noviembre de 1969, John Lennon devolvió su medalla en un acto de protesta que resonaría como un grito rebelde contra las instituciones establecidas. ¿Qué llevó a Lennon, una figura emblemática del amor y la paz, a renunciar a un honor que tantos consideraban un privilegio?

El contexto detrás del reconocimiento

Cuando The Beatles recibieron sus medallas, la prensa y la sociedad británica reaccionaron de manera mixta. Algunos miembros tradicionales de la Orden cuestionaron si una banda de rock merecía tal honor, mientras que los jóvenes celebraban que la realeza reconociera a los héroes culturales de la época. En ese entonces, Lennon, conocido por su aguda ironía, bromeó diciendo que "pensaba que era un premio por vender discos".

Sin embargo, entre 1965 y 1969, el mundo cambió drásticamente. La década del amor libre y los movimientos contraculturales trajeron consigo una creciente oposición a la guerra de Vietnam y al colonialismo. Lennon, quien había evolucionado de ídolo pop a activista político, no era ajeno a estas tensiones. Su relación con Yoko Ono también había alimentado su compromiso con causas globales, transformando su música en un vehículo para la paz y el cambio social.

La gota que derramó el vaso

El 25 de noviembre de 1969, Lennon envió una carta formal al Palacio de Buckingham junto con la medalla. En ella, expresó su descontento con el apoyo británico a la guerra de Vietnam, el papel de Inglaterra en el conflicto de Biafra (Nigeria) y su frustración con el desempeño de su sencillo Cold Turkey en las listas de éxitos. "Con todo el respeto a Su Majestad, devuelvo esta MBE en protesta contra la implicación de Gran Bretaña en Biafra, contra nuestro apoyo a Vietnam y contra el descenso de Cold Turkey en las listas. Con amor, John Lennon", escribió con la mordaz sinceridad que lo caracterizaba.

Este acto fue recibido con asombro. Algunos lo vieron como una traición, mientras que otros lo celebraron como un acto valiente de coherencia con sus ideales. Lennon, lejos de arrepentirse, comentó en entrevistas que nunca había buscado ser parte de una institución que no representaba sus valores.

Notas de color y curiosidades

Se dice que cuando Lennon entregó la medalla, su hijo Julian la encontró más tarde y jugó con ella como si fuera un juguete. Por otro lado, los archivos del Palacio de Buckingham revelaron que no es inusual que personas devuelvan sus medallas, pero el caso de Lennon sigue siendo uno de los más notorios.

Además, el gesto de Lennon fue un preludio de su creciente activismo. En los años siguientes, continuó utilizando su música y su figura pública para abogar por la paz mundial. Su bed-in por la paz con Yoko Ono y el himno Give Peace a Chance se convirtieron en hitos del movimiento pacifista.

Un acto que trascendió su tiempo

Más de cinco décadas después, la devolución de la Orden del Imperio Británico por parte de John Lennon sigue siendo un símbolo de rebeldía y compromiso. Representa el espíritu de un artista que no se dejó encasillar por su éxito ni por las expectativas sociales, demostrando que incluso en el pináculo de la fama, la autenticidad y los ideales deben prevalecer.

Este episodio encapsula la esencia de Lennon: un genio musical que jamás temió alzar la voz, incluso cuando iba contra el orden establecido.

Por Analía Verdirame.