Cobran el cielo y una luz, en pleno medio día
Nos cobran flores del jardín de la melancolía
Nos venden fuentes de salud con aguas milagrosas
Cobran el ansia de morir como una mariposa
Nos cobran sueños por venir y las piedras del río
Hay hasta un precio por coger... Las hojas del estío
Hay que pagar el arancel de los hijos profanos
E hipotecar la libertad para llamarse hermanos
Cobran el viento que va al sur y los dioses mestizos
Nos venden hasta un ascensor para ir al paraíso
Fabrican barcos de papel y ritos prodigiosos
Nos cobran con alto interés un beso lujurioso
Y ¿para que dar? Si al final
Van a sacarme en cara
Mis noches y alboradas
Me van a mandar al hondo infierno
Por profesar versos izquierdos
Que les llamas blasfemar
Les cobro el grito de un peón que muere en la montaña
La risa de un inquisidor cebándose de entrañas
Les cobro al doble el corazón de un niño abandonado
Que vuelve al vino resistol y duerme en un mercado
Le cedo un disparo en la sien al que se baña en oro
Le solicito repartir el Vaticano y su oro
Les dejo la mediocridad de los dizque pastores
Que son la mara más letal la diezmo-cobradores
¿Por qué rezar? Si al final
Les puedo sacar en cara
Sus santas santifadas
Hoy quiero pecar con seso abierto
Sin confesar antes de muerto
Votos de santidad
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