(misa campesina nicaragüense)
Antes que nazca el día,
los pájaros del monte
nos dan sus melodías,
los güises y zenzontes,
el picotear sonoro
de un carpintero se oye,
que en la punta de un árbol
su casa construye, donde va a vivir,
y un gorrioncillo salta
de una rama a otra, muy cerca de allí.
Como estos pajarillos hoy te canto, Señor,
pidiéndote nos unas en fuerza y amor,
te alabo por mil veces
porque fuiste rebelde,
luchando noche y día
contra la injusticia de la humanidad,
luchando noche y día
contra la injusticia de la humanidad.
Mil campesinos unidos te cantamos,
bajamos de los cerros
con nuestras alforjas repletas de amor,
por ser el pencón, el pencón,
el guía y justiciero,
por ser el tayacán,
el tayacán de mi pueblo entero,
por ser el tayacán,
el tayacán de mi pueblo entero.
Canten pijules, zanates y pocoyos,
vengan los chichilotes,
los saltapiñuelas y el alcaraván
que cante el colibrí
canarios y chocoyos
juntos con el macuá, cua, cua, cua,
canten felices todos,
juntos con el macuá, cua, cua, cua,
canten felices todos,
juntos con el macuá, cua, cua, cua,
canten felices todos.
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