Era un cantante de tango,
el idolo,la estrella del lugar,
era una bala pérdida,
también bailaba rumba y cha cha chá,
en sus épocas doradas
se llevaba hasta la cama
a las mujeres más bacanas del lugar,
era un icono invencible,
un guerrero indestructible, eso y más.
Era un cantante de tango,
dónde iba siempre fue la sensación,
aunque no cantaba tanto
su presencia inspiraba admiración,
oh, malgastaba su fortuna
entre brillos y locura
no había noche que no corriera el champagne,
ignorante que acababa y el futuro deparaba miseria total...
ESTRIBILLO.
(Y le decían...)
Escucha, los rumores dicen que todo terminó,
escucha, no te demores,
todo parece cristal, pero más bien es cartón.
Era un cantante de tango,
por lo menos eso pretendía ser...
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