Lleva un madero al hombro mi Señor,
su rostro muestra todo su dolor.
No lo quisieron escuchar, lo acaban de clavar, van a crucificar.
Su túnica la juegan al azar,
despojado y humillado,
y en sus ojos no hay rencor; mi Dios perdónalos no saben lo que hacen.
Mi buen Dios atiéndeme, que su sangre se derrama,
cómo voy a recoger cada gota que al caer se me va llevando el alma. (Bis)
Mujer ahí tienes a tu hijo,
y tú ya tienes a tu Madre.
Miró mi cara la limpió; no llores más Juan siempre estaré contigo
Tengo sed me dijo mi Señor,
todo ya está cumplido.
Su corazón ya no aguantó, su espíritu entregó, con él se va mi alma.
Mi buen Dios atiéndeme, mi corazón no lo soporta,
llévame también con él, llévame también con él, que por amor le seguiré. (Bis)
Mi buen Dios atiéndeme, que su sangre se derrama,
cómo voy a recoger cada gota que al caer se me va llevando el alma. (Bis)
La lanza su costado atravesó,
de él salieron sangre y agua.
Lo bajaron de la cruz, lo vendaron se le ungió en un sepulcro nuevo.
María fue a velar a su Señor
y en el sepulcro ya no estaba,
no soportaba más dolor; se han llevado a mi Señor,
¿dónde está que no lo encuentro?
Mi Señor resucitó, vencedor es de la muerte,
en mi corazón quedó y su amor me derramó, quedará eternamente.
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