Historia conocida
Germán Neftalí
Letra

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Lo conocí entre el calor,

                             

entre el trabajo, entre el cansancio,

          

entre el dolor.



                  

Sobre los hombros él llevaba

                    

para la siembra y la comida

          

dos cubos de agua.



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Un niño chico lo fue a encontrar,

                      

Padre, en qué te puedo ayudar,

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te ves cansado y adolorido,

                  

este trabajo te va a matar.

                     

Vete a la casa y corta leña

            

y enciende el fuego,

                  

tu madre está por llegar,

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desde temprano para la casa 

                      

de la señora se fue a lavar.

                           

Dale a los perros su carne cruda,

           

pues son del amo

                  

y ellos si deben tragar

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y luego come tortillas duras

                  

que hoy gran banquete te vas a dar.



                  

Lo vi marcharse en el atardecer,

                     

el paso lento, la mueca triste,

          

mirada dolorosa.

                  

Apuro el paso para alcanzarlo,

                       

busque palabras que me ayudaran

      

a dialogar.



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Todo fue en vano, no pude hablar,

                                

sólo una lágrima que se empezaba a asomar.

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Señor qué pasa, porqué ese llanto

                  

esta tristeza no va a ayudar.

                    

Hace mil años que soy del amo

                                

lo fué mi abuelo y mis nietos lo serán,

                        

golpes y azotes, trabajos duros,

                       

hambres y penas serán su pan.

                           

Muy buenas tardes, con su permiso

                           

pues viene el amo y tengo que trabajar

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y allá a lo lejos, con su sobervia

                  

el señor viene en su alazán.



                              

Después de un tiempo no supe de él,

                             

nadie lo ha visto, no había existido,

        

quién era él.

                       

Sólo aquel niño  en el atardecer

                       

se santiguaba frente a una piedra

                

bajo el cipres.