Hay momentos en los que no mandás vos,
sabrá dios porque manda tu corazón a tu cuerpo a remar.
¿tendrá algún horizonte nuevo a alcanzar?
masticando sal aprendes a nadar...
Pero un corazón no se rinde así nomás
y ante la obsesión, nace la obstinación
y ¿quién te va a negar que vale la pena intentarlo otra vez
si los obstáculos te nublan la visión?
Si una batalla no es guerra mi amor
menos será caída un tropezón
y si la suerte se acuerda de vos
puede que llegues a anclar antes de naufragar
pero la suerte... la maldita suerte
no se compra, ni se vende A B C#m B A
piedras en los pies te van a lastimar
y a los golpes aprendes a caminar
un cielo de dos, se construye de a dos
no podes inventar un cielo de dos sin la otra mitad
y si un tropezón no es caída mi amor
menos será la muerte un frío adios
y aunque la suerte se olvide de vos
ya no será para siempre el dolor
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