Todas las medusas no llegarán
para contener todo el veneno.
Todos los otoños, primaveras.
Todos los cuarteles de invierno.
Ojos gravitando sobre mí,
como aviones desapareciendo,
sin dejar un rastro tras de sí;
no hay radar que encuentre
todo el tiempo que perdí.
En el corazón de Tupolev,
solo hay sitio para Tupolev.
Encerrado en metros de alambre,
oro, hielo y sangre y decepción.
Tramando un plan B; preguntándose por qué
otra vez,
otra vez.
El tifón transforma el huracán.
La ventisca trae el desencanto.
Las ballenas cantan sobre mí.
La radio solo habla del tiempo.
Todas las naciones se alinearán,
para confiscarme mis recuerdos.
Hay espías, no se callarán.
La Guerra Fría avanza
desde el frente occidental.
En el corazón de la ciudad,
ya no hay sitio para los demás.
Ahora vivo envuelto entre fracasos,
rabia, desencanto y decepción;
pensando en un tal vez, preguntándome por qué
otra vez,
Tupolev. `
Recojo el viento rumbo hacia Moscú;
la rabia puede hacernos perecer,
dejando lejos los mares del sur,
rompiendo el hielo una y otra vez.
El norte nunca olvida y al final
tendremos que enfrentarnos otra vez.
El frío y los fantasmas, Tupolev;
recoge el viento rumbo hacia Moscú.
La rabia puede hacernos perecer,
dejando lejos los mares del sur,
rompiendo el hielo una y otra vez.
El norte nunca olvida y al final
tendremos que enfrentarnos otra vez.
El frío y los fantasmas, Tupolev...
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