Era esa mañana cuando desperté,
cuando vi mis manos sin saber qué hacer.
Todos los fantasmas corrieron a mí,
y entre las ventanas yo me desbandé.
Buscando las tardes que me hicieron bien,
recordé fusiones del amanecer.
Y prendiendo el fuego al anochecer,
me senté en mi cama para verte bien.
Y ahora puedo verte.
Y ahora me siento el rey.
Pasé muchas veces por ese lugar,
y corté los hilos por no verlos más.
Pensando que es útil ver la realidad,
apagué la tele para imaginar.
Buscando las tardes que me hicieron bien,
recordé fusiones del amanecer.
Y prendiendo el fuego al anochecer,
me senté en mi cama para verte bien.
Y ahora puedo verte.
Y ahora me siento el rey.