Una vez te perdoné,
por ser joven e inocente,
te miré me sonreí,
con una calma aparente.
Otra vez te perdoné,
tú ya eras reincidente,
te confieso me quedé,
con la sangre tan caliente,
yo perdoné,
porque te amo,
ni se te ocurra,
una vez más.
La tercera es la vencida,
te lo juro por mi vida,
y yo no soy de jurar,
la tercera es la vencida,
por más que cause una herida,
imposible de cerrar,
la tercera es la vencida,
aunque me arrastre perdida,
no te voy a perdonar,
una es poco,
dos es mucho,
tres ni que hablar.