Hoy todo el fuego en la ciudad
Parece iluminar las cúpulas que duermen
Aquella luna de Garay aún vigila el olear
Que las arenas muerde
El cielo pesa sobre el gran jacarandá
Que sostendrá la bóveda violeta
Alza sus brazos flacos hasta no dar más
Y llorará flores en la vereda
Y el río zaino y ancho como un mar
Que enredada en los mástiles traerá
La canción interior
Melodía que no
El gorrión aún no sabe quién es aquí
¡Ay, Buenos Aires!
Te canto sin una razón
Tierno gigante
¿Será éste un larguísimo adiós?
Los adoquines, las baldosas y el zaguán
Botellas y un pedacito de tierra
Las bocas que vomitarán la negra sangre al mar
Y engordarán tus venas
Jardines de senderos que se van
Se prende fuego toda la ciudad
Reconozco tu voz
Con la paz interior
El gorrión aún no sabe quién es aquí
¡Ay, Buenos Aires!
Tu angustia hecha carne soy yo
Tierno gigante
¿Será éste un larguísimo adiós?
Enciendan los candiles
Que un viento de aljibes caerá
Los buques que fondean, naves en primavera
Los versos que me niegan su bondad
Las palomas conocen tu secreto
Y lo esconden al volar
Tu voz que no nos llega, la íntima pobreza
La pampa madre ya no aguanta más
¡Ay, Buenos Aires!
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