Vengo del sol, desde el amanecer,
Vengo del alba de la primera luz
De aquella luz que cargo en mi morral
En mi guitarra traigo, en mi cantar
Vengo de ti de las caricias que me das,
De aquel abrazo que soñé,
De las tristezas que vendrán.
De aquella flor de sus espinas de su olor
De aquella aroma que una vez,
Nos empeñamos en morder
Quiero escapar del olvido ritual
De la rutina voraz, esa rutina voraz, que sega mi verdad
Huir de ti de las caricias que me das,
De tu ternura de tu ser
de las tristezas que vendrán
Morder la flor, segar el sol y su brillar
Hasta que puedas entender
lo que nos queda por cambiar
poder cantar, la la la la la la la la
hasta que pueda entender
lo que nos queda por cambiar
Poder cantar
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