Conozco un atajo hacia el mar
me dijo una niña al pasar.
Junté mis huesitos, mi sangre y mi piel
y tras ella me fui.
La noche es oscura y azul
Tan rojo el camino está
No puedo olvidar esa mirada gris
de viento y sal.
La niña me vuelve a mirar
mientras camino las cuadras del sur
Repaso en silencio mi suerte de necio
y las cosas que dicen de mi.
Pensaba en mis años, su voz y su luz
y así me perdí.
Ella es el atajo que me lleva al cielo
sobre su mirada gris
Ya no quiero despertar
de este sueño azul.
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