Te criaste en un rebozo
hecho de lana ovejuna;
y ni siquiera una cuna
pa que meciera tu sueño.
Tu rebaño y tus dos perros
te reconocen de dueño.
La madrugada está fría
cuando amanece en la puna;
y en tu carita de runa
quedó marcado tu sello,
un solazo que a los cerros
pintó de chumpi las dunas.
Estribillo:
Angelito de la puna,
rica-rica al aclarar.
Duerme que salió la luna
y el sol se escondió detrás;
y promete que mañana
dará calor a tu sueño,
renovará la esperanza
de que este mundo cambiará.
Tu mirada me es esquiva
y a mi alma le duele el pecho.
De maíz tostao y afrecho,
se ha transformado tu vida;
como sombra peregrina
que va cruzando los cerros.
Te has perdido por las abras,
corriendo atrás de la recua;
y el espejo que te muestra
el camino de regreso,
tiene un lejano reflejo
de soledad y de tristeza
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