(canción)
INTRODUCCIÓN: - - - - - -
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I)
Extraño enormemente a aquel anciano.
Aquel anciano triste, solo y ciego
perdido en un eterno laberinto
de libros y de sombras y de espejos.
II)
Quiero verlo otra vez por Buenos Aires
con su bastón, adivinando el cielo,
los patios de su infancia, los portales,
-
y el sur de los compadres cuchilleros.
III)
Aquel anciano, el otro, el desterrado,
aquel que fue a quedarse con sus huesos
en tierras tan lejanas, sin amparo,
ajeno a los honores de estar muerto
III)
La arena numerosa de sus días
con un temblor final cayó al reverso,
del reloj que ya nadie dará vuelta,
- -
para que vierta su ilusión de tiempo
I)
Sus versos nos fundaron Buenos Aires,
el río, los fantasmas, el recuerdo.
Por eso seguirá siendo de todos,
de todos y de nadie, aunque haya muerto.
II)
Extraño enormemente a aquel anciano
su rara inteligencia, su secreto.
Extraño que no pase a mi costado
y tengo para mí que no hay consuelo.
FINAL: - -
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