Afinación: C abierto
Hay un faro que ilumina tu camino
Una senda de peligros que has de andar
Un final que no intuyes, el destino
Y un destino que tú eliges al final.
Atormentan nuestras mentes con sus lenguas
Precipicios de pesar y soledad
Sus vilezas convertidas en tus prendas
Revistiendo tu camino al caminar
Dejadnos sentir la lluvia en la piel
Hoy queremos correr desnudos.
Dejadnos sentir sin cargas la sien
Hoy haremos cantar al mudo.
Hay un faro que alumbra la libertad
Hay mujeres que hoy le gritan al viento
Hay familias que ya no lloran por pan
Y una sociedad que, libre, lanza su aliento.
Dejadnos sentir la lluvia en la piel
Hoy queremos correr desnudos.
Dejadnos sentir sin cargas la sien
Hoy haremos cantar al mudo.
Yo nací, y mi cuna tenía fronteras.
LLego a la playa con las olas rotas y lidio con residuos de la arena.
Con un número grabado, sin poder restar, borrarlo.
No sé quién quiero ser, y tengo un nombre ya asignado.
Piensas "¿es mi libro y no elijo mi portada?"
La mano que te paga, la misma que te aplasta.
Soy un marinero de secano, un sueño roto en cada puerto,
no quiero ser ya más parte de ello.
Me quito el traje de escarcha y cargo de balas mi voz.
Hijos de la libertad, pero antes nietos de la rebelión.
Hoy miro las galaxias en tus ojos
y respiro la belleza de las cosas que destrozo.
Es verbo su mirada, y es fuego mi sangre.
Es magia este grito que me vuelve inquebrantable.
No soy costilla, no soy barro, no soy tuyo, soy mi todo.
No soy mudo porque ya no canto a sordos.
Dejadnos sentir la lluvia en la piel
Hoy queremos correr desnudos.
Dejadnos sentir sin cargas la sien
Hoy haremos cantar al mudo.
Dejadnos sentir la lluvia en la piel
Hoy queremos correr desnudos.
Dejadnos sentir sin cargas la sien
Hoy haremos cantar al mudo.
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