Me pregunaste un día, si yo me quería casar,
un amor eterno juramos en el altar.
Ahora solo escucho, al llegar de trabajar,
tu triste pregunta: que hay para cenar?
SORETES! para la cena,
es lo que del alma hoy me surge cocinar,
SORETES! para la cena,
es lo que del alma hoy me surge cocinar
No me obligues a seguir
el trabajo de esclava que hizo tu mamá
SORETES! para la cena,
yo no soy la muleta de tu pobre vida renga
SORETES! para la cena,
seguro no salen como los de tu mamá
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