Bio

Young Marble Giants era una banda post-punk compuesta por tres integrantes y formada en Cardiff, Gales.

Cuando el Colossal Youth apareció en 1980, era algo tan distinto como impresionante. Esto no tenía nada que ver con el ruido de unos Wire, el funk de unos Gang of Four, el dub del Pop Group, la electrónica de unos Cabaret Voltaire, el anarquismo industrial de unos Throbbing Gristle… Esto era todo reduccionismo, simplicidad, música de una aparente serenidad que si no podía ser despachada como "agradable" era solo debido a que en ella se percibía algo de morboso, de ira contenida a la que no se permitía estallar en exabruptos.

Los YMG surgían de una ciudad periférica y sin más historia musical por aquellos días que la figura del minero Tom Jones o la diva Shirley Bassey (luego vendrían los Manic Street Preachers, Super Furry Animals o The Lost Prophets). La verdad es que Cardiff, capital de Gales, no daba mucho de si y tal vez ello explique que YMG fuera una historia estrictamente familiar: Stuart y Philip Moxham eran hermanos y la cantante, Alison Statton novia de Phil (Peter Joyce, que dejó el grupo antes de Colossal Youth).

Esto quizás ayudara a que su ética del Do It Yourself (quizás el mayor legado del punk) fuera de las más extremas. Antes de que apareciera la primera caja de ritmos programable, YMB ya usaban una algo frágil ideada por Joyce. De la misma forma, sus sonidos de órgano y efectos surgían de la esa inspiración casera que a su vez se continuaba en una forma de grabación que hoy quizás llamaríamos lo-fi y que se alejaba años luz de la saturación y el "gran sonido" que iba enseñoreándose incluso de las producciones más independientes.

Colossal Youth se describe con facilidad: guitarra y bajo casi con sordina, la voz de Alison igual de contenida, puntuaciones ocasionales de la caja de ritmos, por aquí y allá algún riff de teclas o un efecto apenas aparente… Por así decir, en este disco el vacío se valora tanto como la materia y los pocos elementos con los que se maneja el grupo dejan espacio no solo para su propio sonido, sino para la imaginación de quien escucha. Son canciones cortas y pocas superan los 3 minutos, como haciendo ver que una canción es una pequeña estructura y que no vale la pena marear la perdiz repitiendo sus secciones cuando se puede dar un salto y pasar a otra cosa (esto lo llevaron los Residents a un grado de máxima radicalidad en su Commercial Record).

El disco ha sido reeditado al menos otras dos veces, la última en el 2003, pero en esta ocasión se incluyen un montón de piezas grabadas en las mismas sesiones del elepé original. Realmente apabulla un poco que fueran capaces de hace todo esto con un presupuesto de apenas 1.000 Libras, sobre todo teniendo en cuenta que ni en los "nuevos" instrumentales ni en las "nuevas" canciones se percibe nada parecido a improvisación o sub-producción. Da la impresión de que el trío lo traía todo, no ya ensayado, sino perfectamente meditado y medido. Las horas y horas de puesta a punto se hacen en casa, no en un carísimo estudio.

El disco sigue fascinando como siempre y hoy, más de un cuarto de siglo después, vemos en el no solo lo que fue, sino lo mucho que ha influido en ambientes tan diferentes como la lejana escena indie de Seattle o la casi vecina y lúgubre de Bristol. En una entrevista de 1980, Stuart Moxham decía que "Colossal Youth" era "Una reacción contra todo lo que tiene éxito hoy en día". Ahora, Agosto del 2007, reverbera de la misma forma. Por eso es un disco eterno.

Discografía