Por robar las cien caras de sol
sin pecar de delito o ambición.
Por sentirme cada día
como un perro en la Gran Vía
sin un huequecito para mi intimidad.
Cada vez que me pones el collar
yo ya sé que me toca pasear.
Y me pongo muy contento
pensando para mis adentros
que quizá esta vez me pueda escapar.
Y meneo la colita
y te pego dos ladridos
pues ya sé que eso te excita
y que pierdes los sentidos...
los sentidos,
¡qué los pierdes!
¡sin razón!
por un perro como yo.
Voy cantándole a mil pulgas
llueven ranas en tu honor
curanderas de lujuria
roban las caras del sol.
Ya soy todo desasosiego
barro el cielo sin pudor
y me acuesto en el infierno
pero casi nunca duermo,
soy un perro ladrador...
Por robar las cien caras de sol
sin pecar de delito o ambición.
Por sentirme cada día
como un perro en la Gran Vía
sin un huequecito para mi intimidad.
Y meneo la colita
y te pego dos ladridos
pues ya sé que eso te excita
y que pierdes los sentidos...
Y nos vamos ya corriendo
que el cura de tu familia
te manda para el infierno
acusada de zoofilia.
Pues yo soy igual que un perro
y me meo en cada esquina
pero soy fiel a mi dueño
que me pone la comida.
¡La comida!
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