Infancia y Raíces Musicales

Un niño curioso y rebelde. Keith Richards nació en una familia de clase trabajadora. Su padre, Herbert "Bert" Richards, era un veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabajaba en una fábrica, mientras que su madre, Doris Dupree Richards, jugó un papel fundamental al fomentar la pasión musical de Keith. Fue Doris quien le presentó la música a través de los discos de jazz y blues que se escuchaban en casa, sembrando la semilla de una relación que definiría su vida.

El abuelo de Keith, Gus Dupree, fue otro pilar importante en su formación musical. Gus era líder de una banda de jazz amateur y fue quien le regaló su primera guitarra, enseñándole los primeros acordes. Keith, quien en ese momento tenía alrededor de 10 años, pasaba horas practicando. Gus también inculcó en Keith un profundo respeto por la música como forma de expresión y resistencia.

El Encuentro del Destino con Mick Jagger

El encuentro entre Keith Richards y Mick Jagger en la estación de tren de Dartford en 1961 es uno de esos momentos de la historia musical que parecen destinados a ocurrir. Aunque ya se conocían de la infancia, fue ese día cuando descubrieron su pasión compartida por el blues y el rock & roll. Mick llevaba discos de Chuck Berry y Muddy Waters bajo el brazo, lo que llamó la atención de Keith de inmediato. A partir de ese momento, comenzaron a tocar juntos, cimentando una amistad que se convertiría en una de las asociaciones creativas más importantes de la música.

La Formación de los Rolling Stones

En 1962, Keith y Mick se unieron al multiinstrumentista Brian Jones para formar una banda que inicialmente se especializó en interpretar clásicos del blues estadounidense. La alineación se completó con Charlie Watts en la batería y Bill Wyman en el bajo. Su primera actuación como The Rolling Stones fue en el Marquee Club de Londres en julio de 1962.

El éxito temprano de los Rolling Stones se debió a su habilidad para reinterpretar el blues y el rock & roll con una energía cruda y auténtica. Pronto, bajo la guía de su manager Andrew Loog Oldham, comenzaron a escribir sus propias canciones, lo que marcó el inicio de la colaboración Jagger-Richards, también conocida como "The Glimmer Twins".

Los Años 60: La Explosión de una Leyenda

Keith Richards, el maestro del riff. Durante los años 60, Richards se estableció como uno de los guitarristas más innovadores del rock. Su afinación abierta en Sol se convirtió en una de sus marcas registradas, permitiéndole crear riffs como el de "(I Can't Get No) Satisfaction", una de las canciones más emblemáticas de la década.

El éxito de los Rolling Stones creció rápidamente, y su imagen rebelde los convirtió en el polo opuesto de los Beatles. Mientras los Beatles representaban el lado optimista y ordenado de la música pop británica, los Stones eran oscuros, crudos y desafiantes. Richards, con su postura relajada y su actitud indiferente hacia las normas, encarnaba este espíritu de rebelión.

Entre sus éxitos más destacados de esta época se encuentran "Paint It Black", "Ruby Tuesday" y "Jumpin' Jack Flash", todas ellas impulsadas por el genio compositivo de Richards y Jagger.

Los Años 70: Caos y Creatividad

La década de 1970 fue tanto un período de creatividad como de caos para Keith Richards. Mientras los Rolling Stones lanzaban álbumes icónicos como "Sticky Fingers" (1971) y "Exile on Main St." (1972), Richards comenzó a ser conocido tanto por su música como por su estilo de vida desenfrenado. El abuso de drogas y alcohol se convirtió en una parte integral de su leyenda, pero también puso a prueba su resistencia física y emocional.

Richards enfrentó varios arrestos por posesión de drogas durante esta época, siendo el más famoso el de Toronto en 1977, cuando fue acusado de tráfico de heroína. Aunque enfrentaba una posible condena de cárcel, logró evitar la prisión participando en un concierto benéfico para ciegos. Este episodio no solo reforzó su imagen de "sobreviviente", sino que también marcó un punto de inflexión en su vida personal.

Estilo Musical y Técnica

El estilo de Keith Richards se caracteriza por su habilidad para combinar simplicidad y sofisticación. Su enfoque en la guitarra rítmica, en lugar de solos elaborados, lo distingue de otros guitarristas de rock. En palabras de Richards, "La música no se trata de cuántas notas tocas, sino de las que decides no tocar".

Richards también es conocido por su uso de guitarras de cinco cuerdas, eliminando la sexta cuerda para enfocarse en los acordes esenciales. Su guitarra más icónica, una Fender Telecaster apodada "Micawber", es una parte integral de su sonido y de su imagen.

Carrera Solista y Proyectos Paralelos

Aunque los Rolling Stones siempre han sido su prioridad, Richards exploró su carrera como solista en varias ocasiones. Su primer álbum en solitario, "Talk Is Cheap" (1988), fue aclamado por su autenticidad y energía. Canciones como "Take It So Hard" y "Make No Mistake" mostraron un lado más personal de Keith, alejado de la dinámica de los Stones.

En 1992, lanzó "Main Offender", un álbum que reafirmó su habilidad para liderar proyectos independientes. Richards también formó The X-Pensive Winos, una banda que lo acompañó tanto en el estudio como en giras, ofreciendo actuaciones llenas de pasión y energía.

Legado y Relevancia Cultural

Keith Richards no es solo un músico; es una figura cultural que trasciende generaciones. Su estilo de vida, marcado por excesos, controversias y resiliencia, lo ha convertido en un ícono del rock & roll. Johnny Depp lo citó como inspiración para el personaje de Jack Sparrow en Pirates of the Caribbean, y Richards incluso apareció en dos películas de la saga como el padre de Sparrow.

Sin Final a la Vista

A pesar de los desafíos personales y las tragedias, incluyendo la muerte de su amigo y baterista de los Rolling Stones, Charlie Watts, en 2021, Keith Richards sigue adelante. Los Rolling Stones continúan siendo una de las bandas más influyentes y activas del mundo, y Richards sigue siendo el corazón de su sonido.

En cada escenario que pisa y en cada riff que toca, Keith Richards demuestra que el rock & roll no es solo música, sino una forma de vida. Su legado perdurará mucho después de que el último acorde haya resonado.

Por Luis Tomasoli.