Orígenes y Primeros Años

Infancia en Hurlingham

Alejandro Sokol nació el 30 de enero de 1960, en Hurlingham, Buenos Aires, en el seno de una familia de clase media. Creció en un barrio humilde, donde comenzó a forjar su espíritu independiente y su carácter rebelde. Desde pequeño, mostró interés por las artes y, aunque su entorno no estaba directamente vinculado a la música, desarrolló una sensibilidad que lo acompañaría toda su vida.

Un Adolescente Revolucionario

Durante su adolescencia, el Bocha fue influenciado por los sonidos que llegaban del exterior, especialmente el rock británico y estadounidense. Bandas como The Rolling Stones, Led Zeppelin y Pink Floyd marcaron profundamente su vida. A los 15 años, ya tocaba la batería de forma autodidacta y experimentaba con otros instrumentos, como el bajo y la guitarra. Aunque su vida temprana estuvo marcada por desafíos económicos y sociales, su determinación para dedicarse a la música nunca flaqueó.

Primeras Bandas

Antes de integrarse a Sumo, Sokol formó parte de pequeños grupos locales que le permitieron aprender los fundamentos de la música en grupo. En estas primeras experiencias, se destacó por su habilidad para conectar con otros músicos y su innata capacidad para transmitir emociones a través de la interpretación.

El Encuentro con Luca Prodan y Sumo

Un Encuentro que Cambiaría Todo

En los años 80, la vida de Alejandro Sokol dio un giro crucial cuando conoció a Luca Prodan, un músico italiano que había llegado a Argentina con una misión: formar una banda que rompiera los moldes establecidos. El encuentro entre ambos fue casi fortuito, pero la química artística entre ellos fue inmediata. Juntos, sentaron las bases de lo que más tarde se convertiría en Sumo, una banda que redefiniría el panorama del rock argentino.

Los Primeros Años de Sumo

Sumo debutó en pequeños escenarios de Buenos Aires, tocando una mezcla de rock, punk y reggae que desafiaba las convenciones musicales de la época. Alejandro Sokol fue una pieza clave en los primeros años de la banda, desempeñándose como baterista y bajista. Aunque su tiempo en Sumo fue relativamente corto, su contribución a la identidad sonora del grupo fue significativa.

Canciones que Marcaron una Época

Sumo lanzó temas que se convertirían en himnos generacionales, como "La Rubia Tarada" y "Mejor No Hablar de Ciertas Cosas". La intensidad de las presentaciones en vivo de la banda, combinada con el carisma de Prodan y la habilidad musical de Sokol, convirtió a Sumo en un fenómeno cultural.

La Salida de Sumo y Nuevos Horizontes

Divergencias Creativas

En 1984, Alejandro Sokol decidió dejar Sumo debido a diferencias personales y artísticas. Aunque su partida marcó el final de su etapa con la banda, el Bocha no abandonó la música. Continuó explorando su creatividad y buscando un nuevo camino que le permitiera expresarse plenamente.

Una Transición Necesaria

Durante este período, Sokol colaboró con varios músicos y participó en proyectos que lo mantuvieron activo en la escena musical. Si bien ninguna de estas experiencias alcanzó el impacto de Sumo, sirvieron como un puente hacia lo que sería la próxima gran etapa de su carrera.

Las Pelotas: El Renacimiento del Bocha

El Nacimiento de una Nueva Banda

Tras la disolución de Sumo en 1987, Alejandro Sokol se reunió con Germán Daffunchio, otro exmiembro de la banda, para formar Las Pelotas. Este nuevo proyecto se caracterizó por un sonido más melódico e introspectivo, en contraste con la energía cruda de Sumo. Con Sokol como vocalista principal, Las Pelotas rápidamente ganó popularidad y se estableció como una de las bandas más importantes del rock nacional.

Éxitos Inolvidables

Las Pelotas lanzó una serie de álbumes que definieron una era. Canciones como "Capitán América", "Shine" y "Esperando el Milagro" se convirtieron en clásicos instantáneos. La habilidad de Sokol para transmitir emociones profundas a través de su voz resonó con una audiencia que buscaba autenticidad y conexión.

Una Relación Complicada

Aunque Las Pelotas alcanzó un éxito significativo, la relación entre los miembros de la banda no siempre fue fácil. Sokol era conocido por su carácter impredecible y su rechazo a las normas, lo que a veces generaba tensiones internas. Sin embargo, su química musical con Daffunchio y el resto de la banda fue innegable.

Carrera Solista y Legado

Explorando Nuevas Facetas

En los años 2000, Alejandro Sokol decidió emprender una carrera solista que le permitió explorar nuevos estilos y temas. Aunque su música como solista no alcanzó la misma notoriedad que su trabajo con Las Pelotas, mostró una faceta más personal y vulnerable de su arte.

Una Voz que Nunca se Apagó

Hasta sus últimos días, Sokol continuó tocando en vivo y conectando con su público. Su voz, siempre cargada de emoción, se convirtió en un símbolo de resistencia y autenticidad en el rock argentino.

Fallecimiento y Tributos

Una Pérdida Irreparable

El 12 de enero de 2009, Alejandro Sokol falleció repentinamente a los 48 años debido a una insuficiencia cardíaca mientras esperaba un autobús en Río Cuarto, Córdoba. Su muerte conmocionó a la escena musical y dejó un vacío que nunca podrá llenarse.

Homenajes Eternos

Desde su fallecimiento, se han realizado numerosos homenajes en su honor. Artistas, fanáticos y críticos coinciden en que el Bocha fue una figura única, cuya contribución al rock argentino trasciende el tiempo.

Curiosidades y Anécdotas

• Un Hombre Humilde: A pesar de su éxito, Sokol nunca dejó de ser una persona cercana y humilde. Se lo podía ver compartiendo momentos con sus fanáticos después de los shows, siempre dispuesto a escuchar y a conversar.
• La Voz que Trasciende: Su estilo vocal, crudo y visceral, es considerado una de las marcas distintivas del rock nacional.
• Espiritualidad y Música: En los últimos años de su vida, Sokol mostró un interés creciente por la espiritualidad, lo que se reflejó en algunas de sus composiciones más introspectivas.

Por Fer Santini.