Fotos de un día de verano de 1962,
juguetes de cuerda oxidados que alguien guardó.
Sonrisas en gotas de ámbar,
belleza desnuda en un acorde menor,
mañanas que apuntan sus armas al sol.
Todo lo bueno y lo malo conmigo
por el camino que no tiene fin,
oigo cómo cantan los vencidos su canción
cuando la noche golpea el corazón.
El niño del caleidoscopio
ahora es el hombre que viste de gris,
el ángel se ha vuelto demonio dentro de mí.
Todo lo bueno y lo malo conmigo
por el camino que no tiene fin,
oigo cómo cantan los vencidos su canción
cuando la noche golpea el corazón.
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