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Noticias de Hugo del Carril

Bio

Hugo del Carril nació en el barrio de Flores, en la casa ubicada en San Pedrito 256. Sus padres, italianos de acomodada posición económica, fueron Orsolina Bertani (nacida en Argentina) y Hugo Fontana (nacido en Milán y de profesión arquitecto).

Cuando del Carril aún era un niño, sus padres se separaron y el pequeño quedó a cargo de una familia amiga formada por Francisco y Alina Fauré.

«Yo fui abandonado por mis padres cuando tenía dos años y nunca los perdoné —decía con pesar, años después—. Me crié de casa en casa, rodando. Pero después cuando mis padres estuvieron mal los cuidé hasta que murieron. Eso sí, jamas fui a visitar su tumba porque nunca los perdoné. Yo soy así».

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Mariano Moreno, de donde fue expulsado por sus continuas inasistencias. Es que se iba a un bar de las calles Culpina y Provincias Unidas, donde concurría gente del ambiente artístico, deseoso de probarse como cantor.

En 1927 y con apenas 15 años realizó una de sus primeras presentaciones con los Hermanos Leguizamón, bajo el seudónimo de Pierrot. Mientras, y para mantenerse, trabajó como operario en una fábrica de jabón y en una cristalería. También usó el seudónimo Alejo Pacheco Ramos. A la par incursionó como locutor radial y «estribillista» (cantante de segunda categoría, en los años veinte y treinta, que sólo cantaba el estribillo de cada tango, que se tocaba todo instrumental).

Por esa época viajó a Pocitos (Uruguay), a visitar a su abuelo, el psicólogo Orsini Bertani, expulsado de Argentina por su militancia anarquista.

En 1930 conoció a Roberto Acuña, que integraba el radioteatro Chispazos de tradición, que lo llevó por primera vez a Radio Nacional. Juntos formaron el dúo Acuña-Del Carril que terminó cuatro años después cuando Acuña falleció. Debido a esa circunstancia el cantor pensó en abandonar la carrera e incluso asistió a una escuela nocturna para estudiar taquigrafía, pero los amigos lo instaron a continuar, y en 1935 llego a Radio El Pueblo como solista. Su primer contrato fue por 180 pesos mensuales.

Un año después debuto en Radio El Mundo interpretando Guitarra, guitarra mía. Trabajando allí conoció a Tito Ribero, que se transformaría en su colaborador musical permanente. Por esa época, Del Carril rompió su noviazgo con Perla Moreno, una actriz del momento.

En 1937 el cineasta Manuel Romero lo contrató para grabar uno de sus tangos, Tiempos viejos, en la película Los muchachos de antes no usaban gomina, donde actuó junto a Enrique Serrano, Mecha Ortiz, Santiago Arrieta y Sabina Olmos.

Por entonces el sello Lumiton lo contrató para filmar tres películas, la primera de ellas La vuelta de Rocha junto a Amanda Ledesma, a la que siguió Tres anclados en París y Madreselva. En esta última conoció a Ana María Martínez, luego llamada Ana María Lynch, con la que vivió una tormentosa relación que fue la comidilla de los sets.

Mientras su fama de galán y actor de temperamento crecían, Del Carril participó en La vida es un tango, La vida de Carlos Gardel, Gente bien, El astro del tango y Confesión. En 1941 batió record de taquilla con La canción de los barrios, En la luz de una estrella y Cuando canta el corazón.

Pero su ascendente carrera artística comenzaría en 1943 a mezclarse con su gran pasión: la política. Ese año filmó La pasión imposible y La piel de zapa, y conoció al por entonces ministro de Guerra, Juan Domingo Perón, a quien entregó una carta del ex presidente mexicano Ávila Camacho.

En 1945 se estrenó La cabalgata del circo, donde Del Carril besó a la actriz María Eva Duarte (quien sería la esposa de Perón). «Con ella hablábamos de muchas cosas, pero especialmente de las necesidades de la gente humilde. Ella se sentía predispuesta a esa gente por su origen que jamas negó», decía el actor.

Al año siguiente, en México, protagonizo Canción desesperada y La noche y tú con singular éxito. Aquí se lució interpretando Compadrón, Che, papusa, oí y Pobre mi madre querida, leit motiv de la película que luego filmaría. Durante un viaje a México salió a desmentir su propia muerte. El rumor, el primero de una larga seguidilla, lo implicaba a él y a su compañera Ana Maria Lynch, en un accidente de tránsito.

En 1949 protagonizo, dirigió y produjo Historia del 900, en la que formó pareja con Sabina Olmos. Ese mismo año grabó la Marcha Peronista que le valió su consagración definitiva. «La grabé por convicción y por pedido expreso del general Perón, aun sabiendo que sería más recordado por la marchita que por los tangos que he grabado», diría tiempo después.

Al año siguiente protagonizó El último payador, personificando a José Betinotti.

En 1952, con Las aguas bajan turbias alcanzó el mayor éxito de su vasta filmografía. El guión pertenecía al militante comunista antiestalinista Alfredo Varela, que había sido encarcelado por el gobierno peronista y desde la cárcel colaboró con la adaptación. Pero Raúl Alejandro Apold, secretario de Prensa y Difusión, prohibió que Del Carril cantara en Radio Splendid, tildándolo de «comunista». Del Carril intercedió ante Perón por Alfredo Varela: «¿Por qué está preso?» preguntó el entonces presidente. «Por orinar frente a la embajada soviética», contestó el artista. Luego de reírse, el general respondió: «Mire, al final somos todos un poco comunistas, si al final lo que buscamos es la justicia social». Varela fue liberado inmediatamente.

En 1953 dirigió y actuó en El negro que tenía el alma blanca. Dos años después protagonizó Vida nocturna, La Tierra del Fuego y La Quintrala, pero la denominada Revolución Libertadora, que había derrocado al gobierno en 1955, le tomó cincuenta y tres salas de estreno, lo que significó un desastre económico. Por si esto fuera poco fue detenido para prestar declaración ante la Comisión Investigadora de Cine a la que también asistieron Luis César Amadori y los hermanos Mentasti, luego de lo cual estuvo preso durante 41 días.

En 1956, luego de protagonizar El último perro, y mientras filmaba Más allá del olvido fue detenido en la penitenciaria de avenida Las Heras y Coronel Díaz, acusado de haber obtenido fondos del Estado para financiar La Quintrala.

Un año después, protagonizó junto a Gilda Lousek Una cita con la vida. Inmediatamente se los ligó sentimentalmente. En Montevideo —junto a ella y la madre de Del Carril, Orsolina Bertani de Fontana— sufre una indisposición que hace temer por su vida. El diagnóstico fue preinfarto, producto de los 80 cigarrillos diarios que fumaba.

Restablecido, en 1960 dirigió y actuó en Culpable. Por esa época, solo y definitivamente separado de sus antiguos amores, conoció en Sadaic a Violeta Curtois, con quien contrajo matrimonioal año siguiente. En 1962 dirigió y protagonizó Amorina y Esta tierra es mía, las dos junto a Tita Merello que, luego de los rodajes, aseveró: «Ni sueñen que es fácil trabajar con él. Hugo es muy exigente. Con él hay que ensayar y ensayar, y sólo cuando considera que se ha alcanzado el punto ideal, se pasa a filmar». A fines de ese año Hugo sufrió un accidente automovilístico en la ruta a Tandil. Nuevamente se habló de su trágica muerte.

El 3 de mayo de 1963 nació Marcela Alejandra Fontana, primer fruto de su amor con Violeta. Al año siguiente dirigió y protagonizó La calesita, La sentencia y Buenas noches, Buenos Aires. En esta última, el primer musical en colores de Argentina, reunió a figuras como Beba Bidart, Néstor Fabián, Virginia Luque, Mariano Mores, Jorge Sobral, Julio Sosa y Aníbal Troilo entre otros.

Pero el esfuerzo no es reconocido, presumiblemente debido a su pasado político y el Instituto Nacional de Cinematografía lo excluye de la delegación argentina que se presenta en un festival de Acapulco (México).

El 26 de octubre de 1965 nació su segundo hijo, Hugo Miguel, y apenas un año después nació nuevamente una niña llamada Amorina.

Cuatro años después, Del Carril, que había sido papá nuevamente, esta vez de Eva, fue convocado para protagonizar El día que me quieras, un sentido homenaje a Carlos Gardel. También concretó dos largometrajes dirigido por Enrique Carreras: Viva la vida y Amalio Reyes, un hombre.

En 1971 firmó un contrato de exclusividad con Canal 11 donde encabezó Tango Club. Al mismo tiempo continuó presentándose en la Carpa del Pueblo, una exitosa idea que compartió con Saulo Benavente. En el mes de octubre en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, de Cabildo y Juramento, Hugo y su esposa Violeta bautizaron a todos sus hijos, apadrinados por Juan Domingo Perón, que desde el exilio envió un padrino sustituto.

Un año después Hugo del Carril y Tita Merello debutaron en una carpa instalada en Mar del Plata con gran éxito.

En 1973 protagonizó Siempre fuimos compañeros. Por ese entonces y superada su prohibición política se estrenó La mala vida. En 1975 dirigió Yo maté a Facundo, filme con el que se despidió del cine como director.

En 1986, en el Teatro Presidente Alvear fue nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires.

Sin poder superar la perdida de su compañera, fallecida el 12 de abril de 1986, el 16 de enero de 1988 Hugo Del Carril ingresó a la sala de terapia intensiva del Hospital Privado de Mar del Plata con un complejo cuadro de infarto de miocardio. Raúl Matera, su amigo y médico, señaló: «Su vida está supeditada únicamente a su corazón». La recuperación fue lenta y progresiva, lo suficiente para asistir el 9 de setiembre de ese año a un homenaje que se le realizó en el Luna Park, al cumplirse 50 años de su primera actuación.

Sin embargo, murió el 13 de agosto de 1989 a las 19.40 en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, a causa de una descompensación cardíaca. Fue velado como Ciudadano Ilustre en el Salón de los Pasos Perdidos del Concejo Deliberante porteño. Sus restos descansan actualmente junto a los de su compañera Violeta en una bóveda en el cementerio de Olivos.

Discografía