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21 de abril de 2025
Prince murió un 21 de abril, pero su música sigue gritando color, deseo y libertad: 10 claves de un genio sin molde

Murió en 2016, pero Prince nunca desapareció. Sigue en los discos, en los escenarios, en los cuerpos que bailan, en los artistas que lo citan y lo imitan. En el aniversario de su muerte, recordamos lo que lo convirtió en leyenda única.
Murió en 2016, pero Prince nunca desapareció. Sigue en los discos, en los escenarios, en los cuerpos que bailan, en los artistas que lo citan y lo imitan. En el aniversario de su muerte, recordamos lo que lo convirtió en leyenda única.
El 21 de abril de 2016, el mundo se despertó con una noticia devastadora: Prince Rogers Nelson, uno de los músicos más influyentes de la historia, había muerto a los 57 años en su residencia de Minnesota.
Autor de himnos como Purple Rain, Kiss, When Doves Cry, Raspberry Beret y tantos más, Prince fue cantante, multiinstrumentista, productor, compositor, performer, ícono de moda, símbolo sexual y militante de la libertad creativa.
Estas 10 razones explican por qué su legado no solo sigue vivo, sino que crece.
1. Tocaba todos los instrumentos mejor que cualquiera
Guitarra, bajo, batería, piano, sintetizadores, percusión… Prince podía grabar un disco entero él solo, tocando cada instrumento.
Y no solo tocaba: lo hacía con virtuosismo, con groove, con estilo. Su talento era tan vasto que parecía inventar nuevos géneros a cada disco.
2. Creó un universo musical propio
No hacía pop, ni rock, ni funk, ni soul. Hacía Prince.
Cada disco tenía su propio mundo sonoro, visual y estético.
Desde Dirty Mind hasta Sign o’ the Times, desde The Gold Experience hasta Musicology, cada álbum era una obra conceptual, con sonido y sexualidad integrada.
3. Fue pionero en la independencia artística
Cuando Warner quiso limitar su producción, Prince se rebeló, se cambió el nombre por un símbolo impronunciable y escribió “Slave” en su cara.
Nadie entendía bien qué hacía… pero estaba luchando por el control de su obra, su catálogo, su ritmo creativo.
Hoy, muchos artistas siguen su ejemplo.
4. Fue extravagante sin pedir permiso
Zapatos altos, transparencias, maquillaje, espaldas al aire, colores eléctricos… Prince desafió todas las normas de género sin explicarse nunca.
No fue escándalo: fue expresión. Era sensual, elegante, ambiguo y 100% él. Su look fue revolucionario porque no era disfraz: era identidad.
5. Escribió canciones para medio mundo
Además de sus propios éxitos, Prince escribió para o con:
👉 Sinead O’Connor (Nothing Compares 2 U)
👉 Sheila E.
👉 The Bangles (Manic Monday)
👉 Alicia Keys
👉 Madonna
👉 Chaka Khan (I Feel for You)
Su genio se multiplicaba en otros sin perder su huella.
6. Hizo el mejor show del Super Bowl de todos los tiempos
En 2007, en pleno diluvio, Prince salió a tocar Purple Rain... bajo la lluvia.
No usó playback. No se cubrió. No improvisó menos.
Tocó como si el cielo lo acompañara. Aún hoy, ese show es considerado el más poderoso en la historia del Super Bowl.
7. Vivió para la música, y murió con ella
Prince vivía en Paisley Park, su casa/estudio/refugio/templo creativo. Allí dormía, grababa, ensayaba, escribía.
Cuando murió, estaba trabajando en material nuevo, girando, y planeando más lanzamientos. Nunca se detuvo. Nunca se rindió.
8. Tenía un catálogo tan inmenso como misterioso
Se calcula que hay más de 8.000 grabaciones inéditas en su bóveda privada.
Demos, versiones alternativas, discos completos…
Su muerte abrió la posibilidad de descubrir más joyas ocultas de un artista que nunca dejó de crear.
9. Luchó por la libertad de los artistas antes que fuera moda
Mucho antes del streaming, Prince exigía control sobre su música, sus contratos, su imagen y su tiempo.
Fue precursor del modelo independiente actual, donde los músicos toman las riendas de su arte sin depender de grandes sellos.
10. Fue un símbolo de deseo, arte y espiritualidad al mismo tiempo
En Prince convivían el erotismo y lo sagrado, el groove y el silencio, el alma y el cuerpo.
Era único porque era todo.
No buscó encajar: buscó expandirse. Y lo logró.
Prince: la tormenta violeta que no se detiene
Hoy, 21 de abril, no lloramos a Prince. Lo celebramos.
Porque cada vez que alguien se viste sin miedo, canta con el cuerpo entero, o se atreve a no parecerse a nadie, él sigue ahí.
En cada beat funky, en cada falsete, en cada lágrima púrpura que cae de una guitarra.
Por Negro Lamancha.
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