Tono: Em
Me obligaste a quererte por qué no comprendiste
que había de cansarnos la aridez del camino
y así me condenaste a vivir siempre triste
como si fuera huyendo de mi propio destino
Mas la vida sonámbula con su corriente loca
en remolino trágico nos ofrecía un nido
y en tanto que mi sangre salpicaba tu boca
el carbón de tus ojos rubricaba tu olvido
Después cuando en tus labios mi nombre agonizaba
se apagó en mis pupilas la luz de tu pasión
y mientras ibas tránsfuga por otra encrucijada
yo a solas en la senda busqué mi corazón
Y aun cuando en mis tristezas de tus recuerdos huya
y aun cuando tu imagen está inhumada y fría
sé que vas arrastrando un alma que no es tuya
porque también yo llevo un alma que no es mía.