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Noticias de la Barranca

Bio

La Barranca surge de manera informal a finales de 1994, cuando el guitarrista José Manuel Aguilera y el bajista Federico Fong se juntan en la Ciudad de México para grabar algunas canciones en una grabadora de cinta de 4 canales. Las canciones ahí grabadas (Al Final de la Playa, Los Muertos, El Sur y Tu Boca) señalan a los músicos la posibilidad de una ruta nueva, de un sonido diferente que los impulsa a trabajar más piezas en esa dirección.

José Manuel y Federico habían tocado juntos por primera vez en un escenario al lado del Doctor Fanatik en 1992, en un proyecto de música y performance llamado La Suciedad de las Sirvientas Puercas. De corta duración, este proyecto también representó la posibilidad de tocar con el baterista Alfonso André, con quien ambos ya habían trabajado por separado en diferentes ocasiones.

Al concluir esta banda, José Manuel invita a Federico a colaborar con Sangre Asteka, grupo con el que había grabado un disco homónimo en 1990, al lado del acordeonista Humberto Álvarez, y al que se incorpora Federico para darle vida en los escenarios. José Manuel y Alfonso André también continúan viéndose eventualmente y hacen música como dúo, aunque sin presentarse nunca en vivo.

Federico colabora así con Sangre Asteka hasta finales del 93. Pero el contacto con José Manuel permanece y es así que, tras la disolución de Sangre Asteka en el 94, los músicos se juntan para trabajar ese grupo original de canciones.

A estas se suman algunas otras que José Manuel había desarrollado por su cuenta en las etapas finales y posteriores a Sangre Asteka, entre las que se encontraban La Barranca y El Síndrome. Tras un periodo de composición que arroja temas como Reptil, Quémate Lento y Esa Madrugada Aguilera y Fong han acumulado suficiente material como para grabar un disco, y se avocan a esta tarea. Aun no tienen nombre para esta grabación ni para el grupo, ni se han presentado en vivo.

Para la realización de este disco era necesario encontrar a un baterista. Tras varios intentos y pruebas, José Manuel y Federico acaban por decidirse por su conocido colega, Alfonso André, quien se integra a la música de manera natural y entusiasta, dándoles a estas piezas el ingrediente final para que cobren vida.

Es así como se embarcan en la producción de lo que sería El Fuego de la Noche. La grabación se realiza en Guadalajara, en la semana santa de 1995. Es ahí cuando, a sugerencia de Alfonso, la banda decide adoptar como nombre el de una de las canciones grabadas ese fin de semana, una que los convence de haber dado vida a una nueva entidad musical: La Barranca.

Es con este nombre como se presentan finalmente en el escenario del Bar Mata, en el centro de la Ciudad de México, en septiembre de 1995.

El proceso de terminación del disco es prolongado y aparecerá hasta mediados del 96. Para entonces los músicos han incorporado algunas piezas más, entre ellas El Alacrán, para la cual invitan a colaborar al violinista Jorge Cox Gaitán.

Cox graba también partes de violín en Akumal, otra de las piezas del disco y, cada vez que es posible, acompaña a La Barranca en el escenario.

Algo similar sucede con la cantante Cecilia Toussaint, quien graba varias armonías y arreglos vocales para el disco, y es también frecuente invitada en las presentaciones en vivo de la banda.

A su salida, El Fuego de la Noche recibe incontables reconocimientos y nominaciones. Es considerado como el mejor disco del año por la crítica de la publicación argelina La Banda Elástica. En México su impacto es similar, y las revistas especializadas de la época los incluyen unánimemente entre los mejores de ese año y a La Barranca como grupo revelación. Algunos años después el disco será también considerado entre los 50 mejores del rock en español, tanto por la revista La Banda Elástica, como por Switch de México.

Pero es la relación que establece el disco con el público y el efecto que tiene para la banda, como la piedra inicial de su trayectoria, la que lo vuelve aun más especial. El Fuego de la Noche es también pionero en la producción independiente, pues pese a licenciarlo después a varias compañías, la producción original del mismo es realizada por el propio grupo para el sello independiente Opción Sónica, hoy extinto.

Antes de la salida del disco, también, José Manuel y Federico son invitados por André y Saúl Hernández para grabar un disco en Los Ángeles, de lo que sería una nueva banda llamada Jaguares. Los músicos aceptan la invitación, a condición de continuar paralelamente con su trabajo con La Barranca. El resultado de esta grabación es El Equilibrio de los Jaguares, disco debut de la banda, que aparece en septiembre de 1996.

Tras hacer giras por México y Estados Unidos en apoyo de ambos trabajos, para 1997 Aguilera y Fong deciden continuar exclusivamente con La Barranca. Para entonces se ha integrado formalmente a la banda Cox Gaitan. Y es así, como cuarteto, que la banda graba su segunda producción: Tempestad.

El disco se graba en la Ciudad de México en 1997 para BMG-Ariola. Aparecen en él las piezas primigenias de la asociación Aguilera–Fong, Al Final de la Playa y Los Muertos. Pero a estas se unen muchas más, compuestas específicamente para el disco, entre las que están Tempestad, Como una Sombra, La Caída y Día Negro. Esta última recibe, por única vez, cierta difusión radial e incluso genera un video. Acaba siendo una de las piezas más conocidas del grupo.

El disco es reconocido como Mejor del Año por la revista La Mosca, quien años más tarde lo incluiría también como uno de los primeros discos mexicanos en su sección central, La Nueva Música Clásica.

Pero el reconocimiento al disco se expande por todas las publicaciones. A mediados del 98 Día Negro da pie a un maxi-single que incluye varias versiones remezcladas por el pianista Alex Synteks. La Barranca empieza a realizar viajes al extranjero.

A mediados del 99 el grupo se embarca en su tercera producción, de nueva cuenta independiente y como trío, llamada Rueda de los Tiempos. El disco incorpora toda una variada gama de instrumentos a los arreglos, desde pianos hasta loops electrónicos, lo que le imprime diversidad a cada una de las piezas. Entre estas, algunas se vuelven definitivas en las presentaciones en vivo de la banda: Llueve, Paraíso Elemental, Estallido Interno y el danzón La Fuga de Rubén.

El disco nuevamente acumula reseñas favorables y La Barranca se establece como una referencia en el rock hecho en México.

Entre la larga lista de créditos, aparece el nombre de Alejandro Otaola, guitarrista del grupo Santa Sabina, quien desde hace algunos meses había venido colaborando con la banda en sus presentaciones en vivo. José Manuel y Alejandro habían coincidido en el escenario en algunas presentaciones de ambas bandas, y de ahí había surgido el interés por trabajar juntos.

En el 2001 La Barranca hace una pausa. Federico se va a radicar al extranjero y José Manuel Aguilera edita un disco de música instrumental, Yendo al Cine Solo. Para las presentaciones en vivo del mismo se conforma una banda con algunos de los participantes en el disco, entre los que está el propio Otaola, José Maria Arreola en la batería (quien había estado alternándose en las presentaciones en vivo de La Barranca con Alfonso André, desde la salida de Rueda de los Tiempos) y su hermano Alonso, en el bajo.

Es con esta formación de cuarteto con la que La Barranca entra al estudio para continuar su trayectoria, en una segunda reinvención.

Así, graban Denzura en el 2003, al que le sigue, en 2004, un EP de distribución exclusiva a domicilio vía internet llamado Cielo Protector. Ambos trabajos, de alguna manera relacionados, continúan desarrollando las búsquedas y hallazgos de La Barranca, e incorporan las aportaciones musicales de los nuevos integrantes. De ahí se desprenderían un par de videos (entre ellos el de Animal en Extinción, que contó con la participación del actor Daniel Jiménez Cacho).

Los discos continúan generando respuestas altamente positivas en los medios especializados. La Barranca visita ciudades de México, Estados Unidos y viaja a Francia. Con los hermanos Arreola y Alex Otaola, La Barranca adquiere una nueva continuidad y sus presentaciones en vivo se convierten en plataforma para el virtuosismo instrumental de sus integrantes.

En 2005, con esta misma formación, graban El Fluir, en la ciudad de Monterrey. El disco es grabado parcialmente en vivo en el estudio, con un mínimo de elementos adicionales. Considerado entre los 10 mejores del año por la revista Rolling Stone y como el Mejor del año por La Mosca, del disco se desprenden temas como Zafiro, El Fluir, Ser un Destello y Por Donde Pasas, que rápidamente son incorporadas al repertorio en vivo de la banda. Así como Pare de Sufrir, de la que se graba un video.

La Barranca se presenta en el Festival Mexico Now, en la ciudad de Nueva York y también participa como invitada a la FIL en Guadalajara.

En el 2007, Alfonso André y Federico Fong retornan a La Barranca para una tercera reinvención de la misma. Así, nuevamente como trío y de manera independiente, el grupo se reúne en el Submarino del Aire, estudio de larga trascendencia para ellos, donde han sido grabados los discos Tempestad, Rueda de los Tiempos, Denzura y Cielo Protector.

En estrecha colaboración con Eduardo del Águila, responsable y coproductor de los tres últimos discos del grupo, Alfonso, Federico y José Manuel graban Providencia, el séptimo disco de La Barranca.

A la par de PROVIDENCIA, sacan un disco con 22 cortes melodicos llamado CONSTRUCCIÓN, un album que recoje las bases musicales de PROVIDENCIA, adicionandole un nuevo material grabado ex profeso para el disco, así como piezas inéditas.

Discografía