Bio

María Magdalena Ortiz, (29 años), presenta Llamadas Perdidas, su primer disco como solista bajo el nombre de María Colores, un álbum que “refleja la magia de la vida, del misterio, de lo invisible y del amor” cuenta, y agrega “Van a encontrar sinceridad y me podrán conocer a través de él; hago música con la necesidad de compartir con todo el mundo y sentir que vivimos en el mismo planeta”.

El disco recibe el nombre de su primera canción y single “Llamadas Perdidas”, que con una melodía alegre y pegajosa letra, nos invita a despertar nuestros sentidos y seguir las señales del corazón: “Tienes llamadas perdidas en tu corazón / No pienses más porque es hora de saber / La verdad se quiere aparecer / Qué será lo que puedas encontrar / Escucha, que tu silencio sabe bien”, canta.

El pop amigable de María Colores también se refleja en “No Existe La Soledad” y “Celebrar”, canción con un coro lleno de felicidad y difícil de olvidar que nos canta: “Celebrar / No hay nada que no pueda convertir / Celebrar / Lo que te doy también es para mí / Celebrar / Lo que pido se hace realidad / Celebrar / Quien soy”.

Esta efectividad en sus canciones no es coincidencia, es parte de una historia llena de aventuras; la primera vez que compuso, fue junto a Toly Ramírez (bajista de Los Tetas) con quien trabajó durante un año en un proyecto musical que no tuvo frutos finales, pero que fue una experiencia importante para ella: “Ahí descubrí que podía componer melodías”.

De sus múltiples viajes por el exterior, María Colores fue capturando enseñanzas e inspiraciones para lo que necesitaba: “canalizar mi mundo por dentro”, como ella cuenta. De Valparaíso, donde conoció la guitarra y todo su universo dentro de la música, pasó a Alaska, donde se embarcó en un crucero como vendedora y pidió permiso para practicar el piano durante las noches; así conoció al director de música de barco, quien la contrató para otro viaje, esta vez, como músico.

Sus momentos en tierra firme le permitieron estudiar composición en la Escuela Moderna de Música, donde conoció al pianista Lautaro Quevedo (Jazzimodo), quién la motivó a estudiar y tocar piano. Además, junto a la cantante Paz Quintana, formó la banda Madam. Pero pronto, su versatilidad y búsqueda de otros horizontes la llevó nuevamente a viajar, esta vez rumbo a Milwaukee, Estados Unidos.

Discografía