El 26 de septiembre de 1986, Metallica ofreció una actuación inolvidable en el Solnahallen de Estocolmo, Suecia, como parte de su gira Damage, Inc.. Aunque el concierto fue vibrante y cargado de energía, nadie podía imaginar que sería la última vez que Cliff Burton, el virtuoso bajista de la banda, pisaría un escenario. La trágica muerte de Burton, ocurrida tan solo unas horas después en un accidente de autobús, marcaría para siempre a la banda y a los fanáticos del metal.

Inicios y Vida de Cliff Burton

Clifford Lee Burton nació el 10 de febrero de 1962 en Castro Valley, California. Desde muy joven, Burton mostró un profundo interés por la música, influenciado por una gran variedad de géneros, desde el clásico rock hasta la música clásica. A la edad de 6 años, comenzó a tocar el piano, pero a los 13 decidió aprender a tocar el bajo tras la muerte de su hermano Scott. En palabras de Cliff, se comprometió a convertirse en el mejor bajista posible en honor a su hermano.

Burton estudió música de manera formal y autodidacta, desarrollando una técnica única que lo diferenciaba de otros bajistas de su generación. Era conocido por su uso del bajo como instrumento principal, algo inusual en el mundo del metal. Sus influencias incluían desde Led Zeppelin hasta Bach, lo que le permitió fusionar elementos de diversos géneros en su estilo. Esto se puede apreciar en su distintiva técnica, especialmente en su solo de bajo en Anesthesia (Pulling Teeth), una de sus piezas más memorables en el álbum debut de Metallica, Kill 'Em All.

Llegada a Metallica

Burton se unió a Metallica en 1982, después de que los fundadores de la banda, James Hetfield y Lars Ulrich, lo vieron tocar con su anterior grupo, Trauma. Impresionados por su virtuosismo, Hetfield y Ulrich no dudaron en pedirle que se uniera a Metallica, bajo la condición de que la banda se mudara de Los Ángeles a San Francisco, algo que terminaron haciendo para asegurar su incorporación.

Desde el primer momento, Burton aportó un enfoque técnico y creativo que transformó el sonido de Metallica. Fue fundamental en la composición de algunos de los clásicos más importantes de la banda, incluyendo canciones de los álbumes Ride the Lightning y Master of Puppets. Su estilo innovador, con un uso distintivo de efectos de wah-wah en el bajo, elevó el metal a nuevos niveles de complejidad musical.

El Último Concierto en Estocolmo

El concierto en el Solnahallen de Estocolmo fue un espectáculo lleno de energía, con un setlist que incluyó clásicos como Battery, Master of Puppets, y For Whom the Bell Tolls. Cliff Burton, como siempre, fue una presencia imponente en el escenario, tocando con la intensidad que lo caracterizaba. Esa noche, interpretaron por última vez en vivo Fight Fire with Fire, el último tema que Burton tocaría con Metallica.

El ambiente en la banda era optimista: James Hetfield había regresado al escenario tras una lesión, y todo parecía estar en marcha para la continuación de la exitosa gira. Sin embargo, el destino tenía otros planes. Durante el viaje en autobús hacia su próximo destino en Copenhague, el vehículo se deslizó y volcó, lo que provocó que Burton fuera expulsado y falleciera instantáneamente.

La muerte de Cliff Burton fue devastadora para Metallica y sus seguidores, pero su legado continúa vivo. A pesar de su corta carrera, su influencia en el bajo y en el desarrollo del metal moderno es inmensa. Su estilo de tocar el bajo como un instrumento principal, sus técnicas innovadoras y su habilidad para combinar géneros dejaron una huella imborrable en la historia de la música.

En 2009, Burton fue incluido póstumamente en el Rock and Roll Hall of Fame junto a sus compañeros de Metallica. Además, la banda sigue rindiendo homenaje a su memoria en sus conciertos, manteniendo vivo el legado de un músico que, aunque se fue demasiado pronto, sigue siendo una leyenda en el mundo del metal.