Noticias de Flash Strato

Bio

Formados en Madrid en 1980, Flash Strato llegó a ser una de las mayores promesas de la escena nuevaolera de la época, haciéndose con un nombre en el mundillo a base de un power pop enérgico y potente plasmado en canciones bien construidas, de brillantes estribillos, bien tocadas y con un sonido más que aceptable, además de en un directo contundente gracias a su fuerza y a su solvente técnica tanto con los instrumentos como en las voces y coros.

Integraban la formación los guitarristas Emilio Huertas y Enrique Bastante, que era además la voz principal y el compositor de la mayor parte de las canciones, junto con el bajista Víctor Martín y un batería, Toti Árboles experimentado tras su paso por formaciones como Plástico, entre otras.

El grupo, con todo, no llegó a alcanzar el éxito que todo el mundo le auguraba, ni tan siquiera a grabar un LP entero, quedándose su discografía en un sencillo y un maxi-single que pasaron sin pena ni gloria. La suerte no les acompañó en sus relaciones con las discográficas, así que, tras muchas promesas incumplidas y cambios de formación propiciados por lo que por entonces era el principal enemigo de los músicos de la época que intentaban abrirse camino, el servicio militar obligatorio, el grupo se fue desanimando hasta terminar separándose definitivamente a finales de 1983.

Los inicios, sin embargo, no pudieron ser más prometedores. Tras el consabido paso por fiestas de barrio y colegios mayores, sus maquetas suenan con asiduidad en emisoras de radio y actúan con cierta regularidad en el circuito de conciertos del Madrid de la época, en particular en el templo nuevaolero por excelencia, Rockola, compartiendo cartel con gente como Alaska y Los Pegamoides, Modelos, Mamá o Nacha Pop, haciéndose con un público y ganándose un nombre gracias a su contundente directo.

Parecía, pues, que las compañías se los iban a rifar para editarles el ansiado disco de debut, pero este no hacía más que demorarse, y en las discográficas no terminaban de ver claro el momento. Entre tanto, los miembros del grupo se iban desanimando o disgregándose para cumplir con el servicio militar. Finalmente, firman con Carnaby, una filial de Columbia que, como adelanto a lo que habría de ser su primer largo, edita un sencillo con tres canciones, “Cristales Molidos” (Carnaby, 1982). El disco no termina de funcionar (tampoco es que la compañía le haga demasiado caso) y el ansiado LP no llegaría nunca.

Su discografía se completará al año siguiente con un maxi -single editado ya por Columbia, que contenía el himno “Madrid en Tecnicolor” (Columbia, 1983), una canción que lo tenía todo para triunfar pero que, inexplicablemente, tampoco goza de una promoción y una distribución adecuadas, lo que hace que, de nuevo, pase bastante desapercibido y el grupo, definitivamente desanimado, decida separarse. Una pena porque la calidad y energía de sus canciones y de su sonido, así como la contundencia de sus directos, merecían mucha mejor suerte.

Nos quedan tan sólo cinco canciones, y la sensación de haber perdido por el camino a uno de los mejores grupos del Madrid de la época. Tras la disolución de la banda, su cantante y guitarrista, Enrique Bastante, ejerció como guitarrista de sesión, trabajando también para varios grupos como complemento en directo, como Gabinete Caligari. Por su parte, Toti se integró en Los Pegamoides, grupo con el que ya había probado antes de su etapa en Flash Strato, pasando después por formaciones como Parálisis Permanente, Dinarama o La Frontera, entre otras, hasta su fallecimiento en 1993.

Discografía