Rebeca Jiménez

Nació en Segovia el 25 de junio de 1975. Sus primeros recuerdos musicales son unos cassettes de The Beatles que escuchaba su tío Luis a todas horas y toda la música que su padre le iba enseñando.

Cuando tenía seis años, nuevamente influenciada por su padre, comenzó a estudiar solfeo y piano. Fueron comienzos difíciles, pero poco a poco fue aprendiendo un poco más y cada año se examinaba en el conservatorio de Valladolid. Siempre le ha gustado cantar junto a su hermana, la actriz Lucía Jiménez, se atrevían con canciones de todo tipo: de The Rolling Stones como She’s a rainbow o As tears go by, Tom Waits, Van Morrison, Bob Dylan, Cat Stevens, Aphrodite Childs…

Con catorce años escuchaba contínuamente The Police y Janis Joplin, aparte de las bandas españolas que triunfaban en los ochenta como Nacha Pop, Los Secretos o Radio Futura. Así lleguó a la mayoría de edad y se trasladó a Madrid para estudiar física y teatro con la ilusión de ser actriz, pero se decantó por la filología alemana y buscar una banda con la que hacer versiones.

Ahí empezó todo. Formó parte de un grupo llamado Rosebud y tocaban temas de rock and roll y blues por locales madrileños. El aprendizaje del alemán le llevo a trasladarse a vivir a Viena, con la idea de estudiar música y poder mejorar el idioma. Pasó el año 1997 allí y conoció a músicos con los cuales sigue trabajando hoy en día. Fraguó la idea de hacer un disco de electrónica con un toque español pero tuvo que regresar a España para un casting donde la protagonista de la película “Shacky Carmine” era cantante.

Continuó con sus viajes a Viena y grabó el primer disco de ese proyecto. El álbum se llamó Amor del grupo Madrid de los Austrias. Posteriormente grabó un segundo álbum e hicieron una gira europea de presentación.

Se encerró una noche con David Kano (componente de Cycle) en su estudio y salieron con una canción bajo el brazo. Así empezó Soulsugar, lo que sería se banda durante unos años. Tocaron en muchas salas madrileñas, grabaron un disco en el estudio de David y hubo un momento en el que pareció que el disco podría salir, pero no sucedió así.

Pasó un tiempo sin saber cómo empezar todo de nuevo y pensando si podría llegar a componer sola. En ese momento conoció a uno de los músicos y compositores que más admira, Quique González y su forma de componer frente al piano. Entonces empezó a hacer canciones pasando horas sentada frente al piano y contando las cosas que le iban pasando y sin parar de escuchar artistas como Lucinda Williams, Gillian Welch, Rufus Wainwright y Martha Wainwright, Damien Rice, Patty Griffin, Norah Jones, Mary Gauthier, Jeff Buckley, Bob Dylan, The Band y muchos otros que le han influido mucho a la hora de hacer canciones.

Colaboró en dos discos de Quique, Kamikazes enamorados y Ajuste de cuentas, y le acompañó en directo en muchos de sus conciertos. Tras un año y medio componiendo decidió que era el momento de empezar a enseñar sus propios temas y rápidamente contó con el apoyo de la banda que ahora le acompaña, formada por Juan Gil, Toni Jurado y Mario Raya. Comenzaron en diciembre de 2005 a girar. Con el apoyo de Dro y Warner, y tras todos estos años de esfuerzo y dando vueltas, prepararon con calma la grabación de su primer disco con la producción de Carlos Raya.