Tiza

La voz del pop, del fado, del tango y del bolero, la de la ranchera, la balada y la pluralidad.
La suavidad de las notas contenidas en las letras, amables y valientes, la mezcla de miedo y de locura, de rugidos y secretos hacen de Tiza más que una expectativa una temerosidad.
Perseverante, comenzó a tocar la guitarra cuando la edad no le llegaba a la altura de su genialidad.
Autoeducada en las maestrías de los trastes comenzó a grabar sus creaciones en cintas caseras, hasta que a los 18 años Jesús Yanes llamó a su casa para comenzar a dibujar sueños.
Durante los 5 años que duró la producción, participó en el disco de “Cantautores II, la nueva generación” (Fonomusic 1998) entre los que aparecían Cesar Rodríguez, Luis Felipe Barrio, Matías Avalos y Antonio de Pinto.
Fue en este periodo cuando le presentaron a Carlos Chaouen, para el que grabaría posteriormente los coros del disco “Carlos Chaouen" (Fonomusic 1998).
Ese mismo año participaría en el disco “Universalis”.
Un día de grabación en el Jardín Paramétrico conoció a Ignacio López con el que participaría en el grupo Kardago, que fusionaba celta y flamenco.
En el año 2000 surge la posibilidad de vender temas a cantantes de la talla de Malú o Marta Sánchez. Finalmente fue “Agua de Sal” la elegida para componer y dar título al disco de Rosario Mohedano (conocida por ser sobrina de Rocío Jurado).
Un año más tarde, en el 2001, paso a ser producida por Fernando de Gracia (Antena Tres, Grupo Szena) el cual se preocupo de grabarle una maqueta en condiciones, que le daría la oportunidad de conocer a músicos como Cesar Araque, (bateria de “Tam Tam Go” y “Araque”, y colaborador en discos como el último de Ariel Roth), a Jose Nortes (guitarrista y voz del grupo “Bolivians” y productor de Quique González) y Javier Scoendorff (bajista).
Gracias a Cesar Araque en el 2002 surgió la oportunidad de cantar con José Luis Encinas en Salamanca en el recinto de "las Adoratrices" el año que fue ciudad cultural ante más de mil personas. Posteriormente cantaría en el grupo “Números Rojos”, integrado por amigos.
Tras varias derrotas y un tiempo de rencor, ha comenzado nuevamente y por el principio a sentir la locura que un día la llevó a jugar con una guitarra en vez de con la “barbie”.
Talento, humildad, ética, simplicidad, ironía, profundidad, ingenio, fidelidad, esfuerzo, creatividad, coraje, naturalidad, agudeza, valor, filosofía y mares de ilusión son los dones que alguien puso en su música y en su corazón.

(Minaya)