Noticias de Santos Dumont
Su mezcla de rock psicodélico, espíritu independiente y la fortaleza para superar el sinfín de baches prácticos con que los enfrentó su historia, caracteriza a otra de las bandas importantes surgidas en Concepción, Chile durante la década de los 90.
Primeras publicaciones independientes
Dos experimentados músicos penquistas dieron inicio al grupo. El baterista Iván Molina y el guitarrista Mauricio Melo habían coronado junto a Emociones Clandestinas un interesante recorrido musical, y a fines de 1990 se unieron al bajista Alberto Rojas y al tecladista Marcel Molina para darle forma a un nuevo grupo (el primer bajista, Juan Carlos Medina, no duró más que un par de meses). Devotos creyentes en el modo de trabajo independiente, publicaron primero un par de cassettes (Hipnotizándote , en 1991, y Santos city, en 1992), para luego gestionar la edición de Octopus: rock en Concepción (1994), un compilado de bandas penquistas que también incluyó temas de Explanada, Orión, Matapasiones y Machuca. Para entonces, también el guitarrista Michael Cáceres era parte del grupo.
Su excepcional capacidad de gestión y la madurez de su sonido rockero llamaron la atención en Santiago, y Los Santos Dumont se convirtieron en la única banda de provincia integrada al disco colectivo Con el corazón aquí, de la Asociación de Trabajadres del Rock, A.T.R., en 1993. El tema "Me siento bien" los mostró a gran escala, en la antesala a un contrato con la multinacional EMI, la cual se comprometió a integrarlos a su "Proyecto de Rock Nacional”.
Los Santos Dumont encontraron, entonces, el momento adecuado para mudarse a la capital. Debutaron en disco compacto con Un día en el ático (y lo que encontramos ahí) (1995), un trabajo eléctrico, de largas canciones evocadoras y románticas, y producción de Carlos Cabezas. Entre esa colección de temas en inglés y español, destacaban los singles "Aprende a nadar" y "Esclavo de tus deseos". La banda se ocupó luego en una serie de presentaciones por Santiago y provincias, algunas de ellas como teloneros de sus conciudadanos Los Tres.
Cambio de vocalista
La salida de Cáceres, a fines de 1995, motivó la búsqueda de un nuevo guitarrista. Se integró entonces Julián Peña, valioso aporte en cuerdas y voz. Junto a él la banda inició una nueva etapa de excepcional entusiasmo, pese a problemas comerciales que los dejaron fuera del catálogo de EMI. La disquera independiente Fusión se ofreció a financiarles un nuevo álbum y, con la producción de Mauricio Melo e Iván Quiroz, la banda acometió a fines de 1997 la grabación de su obra más ambiciosa. Similia similibus era una colección de quince composiciones rock de alto vuelo, con timbres hasta entonces inéditos en su trabajo (chelo, viola y un corno inglés) y una atractiva lista de invitados, que incluía a instrumentistas de la Orquesta Filarmónica de Santiago (Walter Jiménez, Claudio Morales y Ángel Cárdenas), Álvaro Henriquez, Samuel Maquieira (Yajaira), Cristián Schmidt (Elso Tumbay) y Michel Durot (ex Electrodomésticos). Fue la última grabación de la banda junto al tecladista Marcel Molina, quien al poco tiempo se retiró para ocuparse en diversos proyectos de tecno-pop (como Merlín y Amongelatina).
Problemas financieros obligaron a aplazar la publicación del álbum una y otra vez. Tanto así que, en junio de 1998 y cansados de tanto desgaste, el grupo anunció su separación. "Es más que nada por salud mental”, advirtieron entonces. Pero la pausa no fue demasiado extensa. De algún modo, se coló a radios y luego a televisión el estupendo single "Ayer", el cual se convirtió en el tema más exitoso de su carrera. Tanto así, que Warner se interesó en publicar al fin Similia Similibus, y Los Santos Dumont volvieron a las pistas profesionales a mediados de 1999 (con Raúl Morales como invitado estable en los teclados). El disco fue presentado en enero del 2000 —tres años después de su grabación original— en un concierto con apariciones de Álvaro Henríquez, Carlos Cabezas, Jorge González, Roberto Titae Lindl y Gonzalo Planet; acaso como prueba de apoyo a una conmovedora cohesión y persistencia.
Mauricio Melo se ocupó al poco tiempo en la producción del disco debut de Los Bunkers. El 31 de mayo del 2001, Los Santos Dumont grabaron un especial del programa "Las raras tocatas nuevas", en radio Rock & Pop, en el que presentaron nueve canciones nuevas, un cover para "Mi gran noche", de Adamo, y una versión punk de "Ayer". El registro fue producido por Álvaro Henríquez, y pretendía delinear lo que sería su tercer álbum (de hecho se editó internamente bajo el título Maximum rock & pop, aunque sólo se repartió entre amigos).
Dos meses más tarde grabaron "A ver hasta dónde llegamos", canción luego incluida en la banda sonora de Estadio Nacional, el documental de la periodista Carmen Luz Parot sobre el uso de ese recinto deportivo como centro de detención, tras el golpe de Estado. Durante agosto, la banda se ocupó en los arreglos del clásico "La jardinera", con el que se integraron al homenaje colectivo a Violeta Parra Después de vivir un siglo. Su cover para "Pasan sin mirar", de Los Bric-a-Brac —un curioso experimento registrado junto a Antonio Zabaleta y Paz Undurraga—, terminó siendo editado el año 2003 en el disco Generaciones, el cual reunía a nuevos rockeros y cantantes chilenos "del recuerdo".
Los Santos Dumont parecían entonces plenos de actividad e ideas, y es lógico que sus seguidores esperasen un disco nuevo. Pero la banda estaba cansada, la respuesta de radios y sellos era decepcionante y los músicos no tenían la energía para continuar el esfuerzo por demasiado tiempo más. De común acuerdo y con varios planes musicales en mente, decidieron su separación en septiembre del 2002 Al mes siguiente, Melo y Molina participaron en la reunión de la formación original de Emociones Clandestinas, un trabajo temporal (en algunas tocatas también colaboró Julián Peña como cantante), por el cual alcanzaron a grabar un demo con tres canciones, antes de volver a separarse.
Mauricio Melo viajó al poco tiempo a México, mientras Iván Molina se ocupó en el trío Matorral. Julián Peña, en tanto, destacó pronto como cantante del combo Ángel Parra Trío, antes de presentar su propia banda, Casanova, la cual debutó en el 2004 con un disco que incluía tres de las composiciones trabajadas en sus tiempos junto a Los Santos Dumont. En febrero del año 2008, el grupo ofreció un concierto de fugaz reunión en La Batuta. "Ayer" y "Lee en el espejo" volvieron a sonar en vivo con Peña, Rojas, Molina y Melo (más el tecladista invitado Raúl Morales). Este último aprovechaba la noche para mostrar el trabajo de su nueva banda, Amigo Imaginario. La reunión se consolidó más formalmente a fines de ese año con las entrevistas y conciertos organizados para la reedición de Similia Similibus.
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